MANFRED KALTZ, EL LATERAL INFRAVALORADO

Les voy a hablar de uno de los mejores laterales derechos de la historia del fútbol. El gran Manfred Kaltz.

Manfred Kaltz fue un futbolista alemán, de los años 70 y 80. Jugaba de defensa, actuando como lateral derecho. Defendía muy bien, guardando de maravilla la posición y corrigiendo a toda velocidad, si el contrario le superaba con un regate. Pero donde mas destacaba era en ataque, subiendo continuamente la banda, regateando a quien se le pusiera por delante y poniendo unos centros milimetrados. Incansable durante los 90. Además era bueno en el juego aéreo, gracias a sus 1,86 m de estatura. También era especialista en las jugadas a balón parado. Un fenomenal futbolista.

Empezó su carrera en el Hamburgo en 1971, con tan solo 18 años de edad. Y ya desde el inicio, se hizo indiscutible en el carril derecho de la defensa. En su primera temporada compartiría equipo, con el jugador mas importante de la historia del conjunto hanseático, el emblema Uwe Seeler, que jugaría su última temporada como profesional en esa misma campaña. En la temporada 75-76, con el fichaje de Blankenburg, ganarían la Pokal (Copa de Alemania). En la campaña siguiente ficharían a Magath, que ayudaría a conseguir el título de la Recopa de Europa de 1977, tras vencer en la final al Anderlecht. En la campaña siguiente ficharían  a Keegan, pero no conseguirían ningún título. Pero no fue hasta la llegada del técnico Branko Zebec y el delantero Hrubesch, cuando se convertirían en el mejor equipo de Alemania, al ganar la Bundesliga de 1979. Y a punto estuvieron de reinar en Europa, al llegar a la final de 1980 y caer derrotado por el Nottingham Forest. En la Bundesliga quedaron segundos, a dos puntos del Bayern. Pero de repente una de sus estrellas, el doble Balón de Oro Kevin Keegan, se marchó. Y curiosamente el conjunto hanseático no lo notó y siguió siendo uno de los grandes de su país. A Zebec lo habían destituido a mediados de la temporada y para la 81-82 ficharon a Ernst Happel, que les llevaría a lo mas alto. Ganarían la Bundesliga de 1982 y 1983 y la Copa de Europa de 1983, al derrotar en la final a la Juventus. En la siguiente temporada se marcharía Hrubesch, pero estuvo a punto de repetir título de Bundesliga, ya que hubo triple empate a puntos, quedándose los hamburgueses con la miel en los labios. En la campaña 84-85, se desinflaron quedando quintos en la clasificación, dejando de ser oficialmente un grande de Alemania. Volverían por los viejos derroteros, al ganar la Pokal de 1987 y quedar segundos en la Bundesliga. Pero fue un espejismo y además ya solo quedaba Kaltz, de las estrellas y los pesos pesados. Y encima el director de todo el engranaje hamburgués, Happel, se había marchado al terminar la temporada. Ya muy veterano, Kaltz decidió probar suerte en otro país marchándose a Francia, para fichar por el Girondins de Burdeos en 1989. Pero en los bordeleses no jugó prácticamente nada, con lo cual se marchó al Mulhouse (también de Francia) mediada la misma campaña y terminó la temporada allí. Una vez terminado su contrato, volvió al Hamburgo en 1990, para poder retirarse en el equipo de su vida, jugando poco, pero lo suficiente para marcharse con buen sabor de boca. Deja el fútbol profesional en 1991, a la edad de 38 años. 

Con la selección de la RFA (República Federal Alemana o Alemania Occidental) jugaría el Mundial de 1978, en el que la National Mannschaft se eliminaría de la segunda fase de grupos, al estar en el mismo grupo que Países Bajos, Italia y Austria. La Eurocopa de 1980, en la que los germanos serían campeones, tras ganar en la final a Bélgica. Y su último torneo sería el Mundial de 1982, en el que los teutones serían segundos, tras ser derrotados en la final a manos de Italia. 

Compartió equipo con jugadores de la talla de Vogts, Maier, Breitner, Bonhof, Rummenigge, Schuster, Schumacher, Briegel, Stielike, Littbarski, Magath y Matthäus.

Kaltz no es un jugador que se hable de él como una leyenda, pero por supuesto que lo es. Seguramente sea el mejor jugador de la historia del Hamburgo, tras Uwe Seeler y es claramente, uno de los mejores laterales derechos de la historia de Alemania y del fútbol en general. Un futbolista al que daba gusto verle jugar y que siempre lo hacía bien.