viernes, 26 de julio de 2019

SANDOR KOCSIS, LA CABEZA DE ORO




Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la historia de Hungría y uno de los mejores cabeceadores de la historia del fútbol. El gran Sandor Kocsis.

Sandor Kocsis fue un futbolista húngaro, de los años 40, 50 y 60. Jugaba como delantero, actuando como delantero centro, aunque en la selección húngara jugaba como falso interior. Su mayor cualidad era el remate de cabeza, siendo infalible en este apartado. Balón que era centrado o colgado al área, en dirección a Kocsis, acababa en gol o en asistencia a sus compañeros. Era espectacular y además daba igual la distancia a la que estuviera y lo difícil del remate. Pero no era un tanque a la vieja usanza, sino que con los pies también era habilidoso, aguantando de forma excelente el balón, para dárselo a sus compañeros. Era diestro, pero se defendía con la izquierda, poseyendo una notable clase en sus botas. Y por supuesto era muy fuerte, pudiendo medirse con las defensas rivales, ganando todos los cuerpo a cuerpo. Y no olvidemos el gol, siendo un tremendo goleador, con unas cifras maravillosas. Un futbolista sensacional.

Kocsis empezó su carrera en su país en 1946, en el Ferencvaros. En el conjunto de Budapest jugaría cuatro temporadas maravillosas, en las que ganaría la Liga húngara de 1949. En el Fradi compartiría equipo con Czibor y con una vieja leyenda del país, como Sarosi, que apuraba los últimos compases de fútbol. Tras demostrar el poder goleador y lo gran jugador que era, el gobierno húngaro le obligó, tanto a él, como a Czibor, a "fichar" por el Honved, que era el equipo del ejército. Si se negaba, la otra opción era ir al ejército. Obviamente escogió la primera opción. Hay que recordar que el Ferencvaros era el equipo de derechas de Hungría, con lo cual estaba muy mal visto por los dirigentes comunistas. 


Debutaría en el Honved en 1950. Kocsis y Czibor se unían a un equipo maravilloso, en el que se encontraban GrosicsPuskasBozsik y Budai. En el conjunto del barrio de Kispest, en Budapest, jugaría siete temporadas, ganando la Liga de Hungría en 1952, 1954 y 1955. Kocsis se hinchó a marcar goles, siendo uno de los mayores goleadores de Europa. Este equipo era la gran base de la selección húngara, con lo cual jugaban de memoria y hacían el mejor fútbol de la competición.  Llegarían a jugar un partido amistoso contra el Wolverhampton, en el que ganarían los ingleses, tras regar el césped y convertirlo en un patatal, dificultando el juego preciosista y de toque húngaro. Cuando todo iba sobre ruedas, vino la Revolución Húngara de 1956. Esta revolución la organizó Imre Nagy, que era el presidente de Hungría. Nagy quería democratizar Hungría y hacer su propio socialismo. Pero el embajador de la Unión Soviética en Budapest, Yuri Andropov (que luego sería el jefe de la KGB durante muchos años y hasta llegaría a ser presidente de la URSS en 1982) convenció al presidente soviético, Nikita Khruschov, de hacer una contrarrevolución. Khruschov le hizo caso y ordenó la marcha de tropas militares, entrando en Budapest con los tanques, matando a mucha gente y deteniendo a Nagy, que había sido engañado por Andropov, diciendo que no habría represalias soviéticas. Tras su detención, Nagy fue fusilado y todo volvió al estado anterior, es decir, estado satélite de la URSS.


En cuanto al fútbol, se paralizó la Liga y los futbolistas salieron a jugar giras por el extranjero. A parte de esas giras, el Honved jugaría los octavos de final de la Copa de Europa, cayendo ante el Athletic Club de Bilbao. Tras varios partidos amistosos en Europa y en Sudamérica, los futbolistas se plantearon volver a Hungría, visto como estaba el percal. Y tras diversas charlas y amenazas de enviados del gobierno húngaro, la mayoría decidió regresar, menos tres. Esos tres eran Puskas, Czibor y Kocsis. Obviamente se llevó el caso a la Fifa y fueron sancionados sin jugar durante dos años. A Kocsis y a Czibor les rebajarían la pena a un año y medio. "La cabeza de oro" pudo firmar por el conjunto suizo, Young Fellows Juventus en 1957. Allí permanecería unos meses y junto a Czibor, ficharían por el Barça en 1958, por recomendación de su compatriota Kubala. En el conjunto blaugrana jugaría seis temporadas y media a un gran nivel, pero con el lastre de las lesiones, que le hicieron perderse muchísimos partidos en casi todas las temporadas. En su primera temporada solo pudo jugar cuatro partidos, pero el equipo formado por Ramallets, Segarra, Olivella, Luis SuárezKubala, Evaristo, Eulogio Martínez y Czibor, se adjudicarían la Liga en 1959 y la Copa del Generalísimo del mismo año. En la segunda temporada jugaría algo mas y volverían a revalidar la Liga y ganarían la Copa de Ferias en 1960. También participarían en la Copa de Europa, llegando a las semifinales, tras eliminar a Milan y Wolverhampton, pero caerían ante el Real Madrid. Todos los títulos estos, serían obra del entrenador Helenio Herrera. En la campaña 60-61, los culés realizarían una sensacional Copa de Europa, tras eliminar al Real Madrid y Hamburgo, llegando a la final, en la que se enfrentarían al Benfica, que les batiría, tras realizar numerosos tiros al palo. A este partido se le conocería como la final de los palos y a partir de ahí se pusieron las porterías redondeadas., ya que antes se jugaban con palos cuadrados. En la temporada 61-62, ya con Kubala como entrenador y sin Luis Suárez, ni Czibor, ni Ramallets, el húngaro Kocsis realizaría la mejor temporada con el conjunto culé, participando en 20 partidos de liga y marcando 17 goles. En la siguiente temporada, Kocsis volvió a jugar poco, debido a las lesiones, pero ganarían la Copa del Generalísimo de 1963. En la campaña 63-64, con César (antigua leyenda blaugrana) de técnico, Kocsis volvería a jugar con regularidad y tendría un gran rendimiento. Ya en la siguiente, vuelta a las lesiones, así que decide poner punto y final a su brillante trayectoria en 1965, a la edad de 35 años.



Con la selección de Hungría jugaría los Juegos Olímpicos de 1952, ganando el oro de forma avasalladora, derrotando en la final a Yugoslavia. Se presentaban ante el mundo, como el mejor equipo del momento. Los magyares realizaron un encuentro amistoso contra Inglaterra, el 25 de noviembre de 1953 en Wembley, para dilucidar quien era la mejor selección del mundo. Si la que decía toda Europa que lo era, la Hungría de "los magyares magníficos" o la Inglaterra, que ellos mismos se catalogaban como los mejores del mundo. Los húngaros les aplastaron, con una goleada de 3 a 6. Los ingleses heridos en su orgullo, pidieron la revancha. Los magyares aceptaron, pero esta vez se jugó en Budapest, con un resultado aún peor para los ingleses. Un 7-1.

Llegaban al Mundial de 1954 pletóricos y el "Aranycsapat" arrasó durante todo el torneo, menos en la final. La final la jugarían contra la RFA (República Federal Alemana o Alemania Occidental), que derrotarían a los "Magyares magníficos", debido a la gran lluvia caída en Berna, dificultando el movimiento de los húngaros, pero no el de los alemanes, ya que tenían unas botas diseñadas por Adolf (Adi) Dassler, creador de Adidas, que poseían unos tacos que se podían mover, para adaptarlo al terreno de juego. A este partido se le llamó el "Milagro de Berna", debido a que nadie esperaba que Hungría fuera a quedar segundo y la RFA campeona. Tras este varapalo hubo muchos altercados en Hungría, que unido a la huida de Puskas, Czibor y Kocsis, dio por finalizado el proyecto de este equipo que parecía imbatible.
En este torneo Kocsis marcó 11 goles, pero Fontaine le superó con 13, siendo el máximo goleador.
Para conocer a este maravilloso equipo, os dejo un artículo que hice sobre su entrenador, Guzstav Sebes, en el que hablo de como juegan, sus futbolistas y demás. https://amoelfutboldeantes.blogspot.com/2019/01/gusztav-sebes-y-el-futbol-socialista.html


Sandor Kocsis fue un maravilloso futbolista, que triunfó en todos los sitios en que jugó. Solo en la ciudad condal tuvo mala suerte con las lesiones, perdiéndose muchos partidos. Parecía el anticipo de la desgracia que vendría después. Y es que en la década de los 70 le detectaron leucemia y tras diversos tratamientos, al final le tuvieron que amputar una parte del pie. No contento con eso, su mujer tuvo un accidente de coche, pero afortunadamente se recuperó. Kocsis abrió un bar, pero le detectaron un cáncer de estomago, que le dejó muy mal y tuvieron que ingresarle en la clínica Quirón de Barcelona. Un día se dejaron la ventana abierta de su habitación y Kocsis se precipitó al vacío. No se sabe si se cayó, pero todo apunta a que se suicidó. Un triste final para este fenomenal futbolista. 

2 comentarios:

  1. Sándor Kocsis es recordado como uno de los delanteros más letales de su generación, con una habilidad excepcional para marcar goles que lo distingue como uno de los grandes futbolistas de todos los tiempos. Su apodo "La Cabeza de Oro" captura su capacidad única para aprovechar los remates de cabeza y su impacto duradero en el juego.

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