Les voy a hablar de uno de los mejores centrocampistas de la historia de Argentina y según muchos, uno de los mejores de la historia del fútbol.
Fernando Redondo fue un futbolista argentino, de finales de los años 80, la década de los 90 y los cuatro primeros años del siglo XXI. Jugaba como centrocampista, actuando como mediocentro defensivo. Cuando digo que actuaba, mejor dicho se posicionaba, ya que era el dueño de todo el centro del campo, siendo el motor del equipo, destruyendo y también construyendo. En su faceta defensiva era un espectáculo, debido a que cualquier balón que pasara por ahí, lo hacía suyo. Siempre estaba en el sitio y el momento adecuado, para posicionar su cuerpo y su 1,86 cm de estatura, no habiendo nadie que pudiera con su fuerza y maestría, en el arte de robar balones. Y si con esas cualidades no era suficiente, ponía en juego su enorme inteligencia táctica y pillería argentina, sacando a relucir los codos, para incomodar al rival, e impedir y desbaratar cualquier atisbo de acción ofensiva, de tal manera que hacía una acción casi ilegal, pero que los árbitros jamás pitaban falta.
Y no solo vivía de ser el capo en la zona defensiva, sino que también aportaba mucho en el apartado ofensivo. Era el primer creador, ya que si bien no se complicaba la vida y daba pases en corto siempre, nunca fallaba uno, eligiendo la mejor opción siempre. Y cuando no podía dar el pase, iba en carrera al ataque, conduciendo el esférico con una elegancia escandalosa, para sortear rivales de forma asombrosa, usando su técnica y regateando de forma sencilla, pero efectiva. Parecía un jugador de fútbol sala, debido a que llevaba el cuero pegado a la bota y es que de pequeño jugó al fútbol sala y por eso tenía esa habilidad. Era un espectáculo. También tenía un poderoso disparo lejano y creaba peligro en el juego aéreo. Se podía decir que era zurdo cerrado, porque llevaba el balón pegado a la bota izquierda, pero es un grave error, ya que manejaba la derecha también, cuando se pasaba el balón de pierna a la hora de regatear rivales. Y también golpeaba con la diestra. Un jugador extraordinario y con muy pocas cosas que mejorar, para ser el centrocampista perfecto.
En el título he puesto que componía música sobre el césped y es que verle jugar era poesía, si lo llevamos al apartado literario y música si lo llevamos al sonoro. En Argentina ha habido fenomenales músicos, pero entre todos ellos voy a destacar cuatro.
El primero es el cantante Carlos Gardel, que llevó el tango a su máxima expresión y el que le dio el reconocimiento internacional, del que hoy en día goza.
El segundo es el maravilloso compositor Astor Piazzola, creador de la música mas bella y maravillosa hecha para bandoneón, añadiendo también otros violines. Y es que el mismo Piazzola era bandoneonista, además de que interpretaba sus propias composiciones. La mejor de todas son las "Cuatro estaciones", siendo la "Primavera" sublime.
Y el tercero y el cuarto son pianistas. Hombre y mujer.
El hombre se llama Daniel Barenboim y es uno de los mejores pianistas del siglo XX y algunos años del XXI. Especializado en Beethoven y Brahms, ha interpretado múltiples sonatas y conciertos para piano, en los que él mismo dirigía a la orquesta, ya que también fue uno de los mas respetados y mejores directores de orquesta que ha habido. Como director de orquesta se especializó en Wagner. Aunque me quedo mas con el Barenboim pianista.
Y la mujer se llama Martha Argerich, que es una de las mejores pianistas del siglo XX y algunos años del XXI. Sus conciertos para piano de Rachmaninov son maravillosos.
Puesto en conocimiento a los mejores músicos de la historia de Argentina, sigamos con uno de los grandes futbolistas. Redondo empezó su carrera en su país en 1985, en Argentinos Juniors. En el conjunto bonaerense, le costó afianzarse en el once titular porque era un crío, pero cuando lo hizo, fue a mas, hasta llamar la atención de Europa. Aterrizó en España, donde ficharía por el Tenerife en 1990. En el conjunto canario jugaría cuatro temporadas maravillosas, convirtiéndose en una estrella y en uno de los mejores centrocampistas de la Liga y también en internacional absoluto por Argentina. El Tenerife era un equipo que peleaba por no descender. Su acto mas destacado fue impedir que el Real Madrid ganara la Liga de 1992, con el famoso partido que le remontó dos goles, para acabar 3-2. El conjunto chicharrero ya empezaba a tener jugadores de mas calidad, como Pizzi, Quique Estebaranz, Julio Llorente, Felipe, Dertycia y el propio Redondo.
Pero fue con la llegada de Jorge Valdano como entrenador, junto a su ayudante Angel Cappa, cuando se convirtieron en un equipo de la zona alta de la clasificación. Ficharon a Del Solar y Ezequiel Castillo, que ayudaron a los canarios a conseguir una esplendida quinta posición en liga, que les daba la posibilidad de participar en la Copa de la Uefa. En la temporada siguiente se reforzarían con Aguilera, que les llevaría a realizar una sensacional campaña en la Copa de la Uefa, llegando a los octavos de final, cayendo ante la Juventus. Pero en Liga se desinflaron y deambularon por la zona media.
Con la marcha de Valdano y Cappa al Real Madrid, les acompañaría Fernando Redondo en 1994. Sería el salto definitivo al estrellato y al reconocimiento mundial. Su primera temporada fue maravillosa, porque ganarían la Liga en 1995, con un equipo formado por Buyo, Quique Sánchez Flores, Lasa, Sanchís, Hierro, Amavisca, Luis Enrique, Zamorano, Laudrup y Raúl, mas la segunda fila compuesta por Martín Vázquez, Milla y Alkorta. El único lunar fue que se eliminaron en octavos de final, a manos del Odense. La segunda temporada fue desastrosa, que acabó con el despido de Valdano y Cappa y con el fichaje extraño de Arsenio Iglesias, que no cambió el destino del equipo, quedando en sexta posición y por ende, fuera de competiciones europeas. Su participación en la Liga de Campeones también fue mala, eliminándose en cuartos de final, contra la Juventus.
Este desastre y su consiguiente pésima imagen, hizo que la directiva fichara en 1996, como técnico a Fabio Capello, que venía de triunfar con el Milan. Esto derivó en una reconstrucción del equipo, marchándose toda o casi toda la plantilla y llegando gente como Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Seedorf, Víctor, Suker, Mijatovic, que unido a los que ya estaban de antes como Hierro, Sanchís, Alkorta, Raúl y Amavisca, lograron volver a ganar la Liga de 1997. Pero toda bonita historia tiene un final y es que Capello decidió volver al Milan, obligando a sustituirle por Heynckes, que tuvo un sabor agridulce, adjudicándose la ansiada Liga de Campeones en 1998, derrotando en la final a la Juventus. Los merengues habían sufrido algunos cambios de futbolistas, como el cambio de cromos de Alkorta por Karanka, mas los fichajes de Karembeu, Morientes y Savio. En Liga lo hicieron fatal, quedando en cuarta posición y por eso Heynckes fue despedido. En su lugar vino Hiddink, que lo hizo bastante mal y fue cesado a mitad de temporada, para contratar a Toshack, que poco mas hizo.
En la campaña siguiente ficharon a McManaman, Michel Salgado, Iván Helguera, Iván Campo y Anelka. Toshack fue cesado durante la temporada, porque el equipo iba fatal y en su lugar pusieron a un hombre de la casa, que mas tarde haría historia en el mundo del fútbol. Este hombre se llama Vicente del Bosque. En liga quedaron en quinta posición, pero arreglaron la temporada ganando la Liga de Campeones del 2000, batiendo en la final al Valencia. Para el recuerdo queda el jugadón que hizo Redondo en Old Trafford, en el que mediante un taconazo, regateó a Berg y dio el pase de la muerte a Raúl, para que derrotara al Manchester United en semifinales. Este fue el final para este maravilloso futbolista, que incomprensiblemente traspasaron al Milan, ya que Florentino Pérez, que había ganado las elecciones a la presidencia del Real Madrid, no le gustó nada que Redondo apoyara a Lorenzo Sanz, que era el presidente saliente.
Redondo ficharía por el Milan en el 2000, pero antes de empezar la temporada tuvo una gravísima lesión, que le destrozaría la carrera. Y es que lo intentó con todas sus fuerzas, jugando algún partido que otro. Pero en cuatro años se pasó temporadas en blanco y al final decidió retirarse del fútbol en 2004, a la edad de 35 años.
Con la selección argentina jugaría la Copa América de 1993, en la que serían campeones, al derrotar en la final a México. También jugaría el Mundial de 1994, en el que la albiceleste no tendría una destacada actuación, cayendo en octavos de final ante Rumanía. Este fue su último torneo, debido a que el seleccionador argentino Daniel Passarella, dijo que en su equipo nunca jugarían los futbolistas que llevaran el pelo largo. Como Redondo se negó a cortarse el pelo, no sería convocado. Casualidades del destino, a Redondo se le ocurrió cortarse el pelo un año después, aduciendo que lo había hecho porque él quería, no por la imposición de Passarella.
Fernando Redondo fue un futbolista sensacional, con una maravillosa carrera de clubs, empañada por la grave lesión, que le impidió jugar los últimos años de carrera y por sus pocos partidos en la selección argentina. Un jugador que queda para el recuerdo, por la gran clase que poseía y por jugar siempre erguido, como jugaba por ejemplo Beckenbauer. Un futbolista al que muchos etiquetan, como uno de los mejores de la historia en su puesto. No se si llegue a eso o no, pero lo que si es cierto, es que es el mejor mediocentro defensivo de la historia de Argentina y un mito del Real Madrid.
Otro de tantos jugadores que podía haber llegado mucho más alto. Recordaba lo de que no lo llevaron a la selección por negarse a cortarse el pelo, pero no recordaba (o no llegué a saber) el motivo de traspasarlo al Milan. Y, cómo no, también era el ídolo de las jovencitas de nuestra época, jaja.
ResponderEliminarSi, siempre en la sombra. Se le ha valorado su trabajo, una vez retirado. Era uno de los mejores del mundo en su posición, si llega a haber jugado más con Argentina, quizás se le habría reconocido más en su época.
EliminarSi, todas las niñas estaban locas por el y por Julen Guerrero, jajajajaja. Y el patético Guti le copiaba el look y cuando se cortó el pelo Redondo, Guti también se lo cortó. Cuando Redondo se marchó, ya dejó de copiarle y se quedó con ese look macarra, lleno de tatuajes.
¡Que bueno! La verdad que Redondo fué todo un fenómeno en el centro del campo, era un jugador fuerte pero a la vez tenía calidad y sabía muy bien sacar el balón jugado. Chismeando por ahí hay una web en la que puedes conseguir un muñeco de futbolín del Real Madrid del año 95 que es cuando jugaba: https://www.thepichichicompany.com/regalos-real-madrid/ A mí personalmente el que más me gustaba de esa época era Laudrup, elegancia y magia, recuerdo ir al Bernabeu y alucinar, era rápido y tenía una visión de juego brutal
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