viernes, 5 de abril de 2019

VALERIY LOBANOVSKYI, DE REBELDE A GENERAL MATEMÁTICO




Les voy a hablar de uno de los mejores entrenadores que ha dado el fútbol. El gran Valeriy Lobanovskyi.

Valeriy Lobanovskyi fue un entrenador ucraniano, de la década de los 70, 80 y 90. Hay que decir que es el mejor entrenador de la historia de Ucrania, pero resulta que Ucrania durante 20, de los 30 años que entrenó Lobanovskyi, era una de las mas importantes repúblicas socialistas soviéticas. Se puede decir que es el mejor entrenador de la historia de la URSS. Es conocido por su metodología férrea, pero antes de eso fue futbolista y era todo lo contrario a la disciplina.

Jugaba de extremo izquierdo y tenía un enorme talento para desequilibrar a los contrarios. Hacía lo que quería con su zurda y era la gran estrella del Dinamo de Kiev. En el fútbol soviético era imprescindible la disciplina y el colectivo, esto era obligatorio. Pues resulta que Lobanovskyi no llevaba nada bien este concepto de entender el deporte, ya que el sabía que era el mejor sobre el campo y no estaba dispuesto a recibir ordenes de sacrificio, en pos del colectivo y del bien común. Así que tuvo a lo largo de su carrera numerosos rifi rafes, por culpa de su rebeldía.

Esto en su faceta como futbolista, pero mientras tanto no perdió el tiempo y estudió, faceta que era obligatoria en el mundo socialista, ya que el deporte era amateur y no se cobraba oficialmente (salvo de forma encubierta) y los deportistas tenían que buscarse el sustento como hace todo hijo de vecino, es decir, trabajando. El joven Lobanovskyi estudió en la universidad politécnica de Kiev, la carrera de ingeniería, especializándose en la rama de las matemáticas. Ahí también se dedicaría en cuerpo y alma, al aprendizaje de la robótica y las computadoras. Tras unos años se sacó el doctorado. Esta experiencia y aprendizaje fue vital, en su futura dedicación al mundo de los banquillos. Tras jugar en el Dinamo de Kiev, Chernomorets Odessa y Shaktar Donetsk, se retiró como futbolista en 1968.

Tan sólo un año mas tarde, en 1969 iniciaría su maravillosa carrera en los banquillos, con tan sólo 30 años de edad, en el Dnipro. Abandonó la rebeldía, consciente de que tenía que dar un giro de 360 grados a su forma de ser y vaya si lo hizo. Se volvió metódico, férreo, disciplinado, obsesionado...casi como una maquina. Implantó desde el inicio sus métodos adquiridos en la universidad. Ideaba conceptos matemáticos continuamente y los aplicaba sobre el campo y sus jugadores, creando la perfección y que los futbolistas actuaran como engranajes de una maquina o como piezas de ajedrez. Esta metodología totalmente novedosa alucinó a todo el mundo, que veía una nueva forma de entender este juego. Esto unido al concepto socialista de entender el deporte, el trabajo y la vida en general, "del colectivo por encima del individuo", llevaría a la total perfección de los equipos de Lobanovskyi. También usaba continuamente las computadoras para sus tácticas, algo que parecía de ciencia ficción, sacado de alguna película de James Bond.

No es el actor español Fernando Fernán Gómez de jóven, no, es Valeriy Lobanovskyi

Pero antes de Lobanoskyi hubo un entrenador que revolucionó el fútbol soviético, que se llamaba Viktor Maslov, entrenador del Dinamo de Kiev, desde 1964 hasta 1970. Logró que el Dinamo fuera el mejor equipo de la Unión Soviética, creando un estilo de juego nunca visto hasta entonces, no solo en la URSS, sino en todo el mundo. Esto era una presión asfixiante al rival y el desorden organizado, es decir, rotar continuamente los futbolistas, anticipándose a la famosa "Naranja Mécanica" y al Ajax de Rinus Michels. También fue el creador del esquema 4-4-2. De este técnico aprendió esta táctica y este concepto futbolístico, que implantó en su método de trabajo. Y eso que solo fue entrenado por Maslov durante una temporada, ya que por culpa de su rebeldía no encajaron los dos y Lobanovskyi tuvo que abandonar el Dinamo.

Su buen hacer en el Dnipro, al que condujo a ganar la liga soviética de 1971, lo llevaría a ser contratado por el Dinamo en 1973 y a partir de ahí se creó una simbiosis total entre equipo y técnico. Con el fenómeno de Oleg Blokhin como super estrella del Dinamo y con la metodología de Lobanovskyi, se creó un equipo perfecto que ganaría la liga soviética de 1974, 1975, 1977, 1980 y 1981 y la Copa de la URSS de 1974, 1978 y 1982. Pero sobre todo se alzaría con la Recopa de Europa de 1975 y la Supercopa de Europa de 1975, derrotando en la final al todopoderoso Bayern Munich, por un 3-0. También llegarían a las semifinales de la Copa de Europa de 1977, cayendo ante el Borussia Mönchengladbach. A este maravilloso equipo, se fueron incorporando progresivamente jugadores que serían básicos en los esquemas de la plantilla ucraniana y soviética, hasta llegar a hacer el mejor Dinamo de todos los tiempos, como son Baltacha, Demyanenko, Kuznetsov, Bezsonov, Zavarov y Belanov. Ganarían la liga soviética de 1985, 1986 y 1990 y la Copa de la URSS de 1985, 1987 y 1990. Pero sobre todo ganaría la Recopa de Europa de 1986, en la que vencerían en la final al Atlético de Madrid.


Con la desintegración de la Unión Soviética, Lobanovskyi optó por abandonar el fútbol de alta competición, abandonar el comunismo y probar el capitalismo por todo lo alto, ya que se marchó al Golfo Pérsico a ganar muchos petrodólares. Desde 1990 a 1993, entrenaría la selección de los Emiratos Árabes Unidos y desde 1994 a 1996 a la de Kuwait. Con la cartera bien llena de billetes, volvió a su tierra, a Ucrania ya como país independiente y retornó a su Dinamo en  1997. Dirigiría a un equipo que estaba formado por jóvenes futbolistas que prometían muchísimo. Los que mas destacaban eran los delanteros, llamados Serhiy Rebrov y Andriy Shevchenko. Ganaría la liga ucraniana de 1997, 1998, 1999, 2000 y 2001 y la Copa de Ucrania de 1998, 1999 y 2000. Pero sobre todo volvería a hacer historia al llevar al Dinamo, a las semifinales de la Liga de Campeones de 1999, en donde caería ante el Bayern de Munich. Había sido líder de su grupo, en el que estaban el Lens, Arsenal y Panathinaikos. Y en cuartos de final había eliminado al Real Madrid. Pero no queda ahí la cosa, ya que un año antes había vuelto a ser líder de su grupo, en el que estaban PSV, Newcastle y Barça, llegando a los cuartos de final, donde caería ante la Juventus. Pero desgraciadamente no le daría tiempo a retirarse de los banquillos, ya que en 2002, con tan sólo 63 años de edad, tuvo un infarto que acabó con su vida.


En su etapa como seleccionador, a parte de su estancia en el Golfo Pérsico, obviamente dirigió a la selección soviética. Participaría en los Juegos Olímpicos de 1976, en el que ganarían la medalla de bronce, tras ganar la final de consolación a Brasil. Ya con la absoluta, la clasificaría para el Mundial de 1982. Superaría la primera fase, en un grupo formado por Brasil, Escocia y Nueva Zelanda. Pero en la segunda fase se eliminaría, tras estar en el mismo grupo que Polonia y Bélgica. También clasificaría a los soviéticos para el Mundial de 1986, llegando a octavos de final, cayendo ante Bélgica. Y en la Eurocopa de 1988, se quedaría con la miel en los labios, ya que tras haber superado el grupo formado por Países Bajos, Irlanda e Inglaterra, eliminaría a Italia en semifinales, pero no podría batir a los Países Bajos en la finalísima, con el famoso golazo de Van Basten. Y su último torneo sería el Mundial de 1990, en el que harían el ridículo, quedando última de su grupo, formado por Camerún, Rumanía y Argentina.
También dirigiría a la selección ucraniana, pero no lograría clasificarla para el Mundial de 2002.


Valeryi Lobanovskyi es con todo merecimiento un mito de los banquillos, no solo de Ucrania o de la extinta Unión Soviética, sino de la historia del fútbol. Un innovador y que triunfó siempre o casi siempre donde estuvo. Tanto es su legado e importancia, que Shevchenko al ganar la Champions League de 2003 y el Balón de Oro de 2004, iría a Kiev, a dedicar sus trofeos a la estatua que hicieron en honor del "General Matemático".






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