viernes, 8 de marzo de 2019

EDUARD STRELTSOV, REBELDE SIN CAUSA




Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la Unión Soviética, que sin embargo se quedó en mucho menos de lo que apuntaba, por razones que nada tienen que ver con el fútbol. El genial Eduard Streltsov.

Streltsov fue un futbolista ruso, de los años 50 y 60. Jugaba como delantero, actuando como segundo punta. Lo que pasa es que eso de segundo punta no existía, debido a que jugaban con la "WM", así que le tocaba jugar como delantero o como interior (mediapunta). Tenía un talento sobrenatural, capaz de hacer lo que quisiera con el balón en los pies. Regates en corto, con los que dejaba tirado a los contrarios, esconder el balón de maravilla, conducción del esférico perfecta y con mucha clase y elegancia, mas el manejo de lujo con las dos piernas, aunque era diestro. Tenía una gran visión de juego, con la que daba asistencias constantemente y algunas de ellas que eran pura magia, con el exterior del pie, en forma de sombrero y también de tacón, faceta que abusaba mucho, llegando a ser conocida como el "pase a lo Streltsov". También era un futbolista rápido y potente, con una arrancada notable, que unida a que iba acompañada de un regate, dejaba atrás a su oponente sin complicación alguna. Y por supuesto también tenía gol. Era un futbolista de los que se paga una entrada solo para verle. Pura fantasía, pura magia. No sorprende que se le apodara el "Pelé ruso". Vayamos con su historia.

Eduard Streltsov nació en 1937, en Moscú, capital de Rusia, que por aquel entonces pertenecía a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Desde muy pequeño tuvo que trabajar, lo mismo que su madre, ya que su padre tras finalizar la Segunda Guerra Mundial los abandonó. El pequeño Streltsov a parte de trabajar, también jugaba al fútbol y su sueño era ser la estrella del Spartak de Moscú, equipo que hasta el nacimiento de Streltsov, dominaba el fútbol de la URSS, de la mano de la familia Starostin. Y dejó de hacerlo cuando a Lavrenti Beria, jefe supremo del NKVD (policía secreta soviética), se le encaprichó cargarse a casi toda la plantilla del Spartak, rabioso porque un equipo del pueblo dominara y no fuera el Dinamo, el equipo de la policía secreta. Esto obviamente no se pudo olvidar y todo Moscú contaba las hazañas del Spartak que había creado Nikolai Starostin, con lo cual el pequeño Streltsov enseguida se aficionó a ellos. Jugaría con el equipo de la empresa "Frezer", hasta que el Torpedo de Moscú se fijó en el chavalín y lo reclutó ipsofacto en 1953. A partir de esta fecha empieza la carrera, que no profesional, ya que no existía el profesionalismo en los países socialistas. Jugaría toda su vida deportiva en un solo equipo, el Torpedo. 

En su primera temporada le costaría hacerse un hueco en la primera plantilla, ya que solo tenía 16 añitos, pero en la segunda temporada se hizo un hueco en el equipo y se convirtió en imprescindible y en la gran estrella del equipo del sector del automóvil. Llegaría a quedar segundo en la Liga Soviética y en el apartado individual era la gran estrella de la URSS, junto a Lev Yashin. Llegaría a quedar en el puesto decimotercero del Balón de Oro de 1956 y en el puesto séptimo del de 1957. Pero hay que decir que no solo llamaba la atención por su fútbol, que ya de por si era llamativo, sino por su forma de ser y por su imagen. Era un alma libre que no le gustaba nada el férreo sistema soviético. Se peinaba como un "rocker", era juerguista y mujeriego. Vamos, un "rebelde sin causa", como el título de la famosa película de James Dean, que por cierto se peinaban igual. Además se negó en numerosas ocasiones a fichar por el CSKA Moscú (el equipo del Ejército Rojo) y el Dinamo de Moscú. Este último era el equipo de la policía secreta, que había cambiado de nombre tras la muerte de Stalin y el posterior fusilamiento de Beria, tras el complot ideado por Nikita Khruschov, Molotov, Bulganin, Kaganovich y algunos hombres mas del Presidium (antiguo Politburó), mas Yezhov, jefe del Ejército Rojo. Ya no se llamaba NKVD, ahora era el KGB. Y Khruschov se había hecho con el poder, tras quitar a Malenkov (sucesor de Stalin) y a Molotov.

Pues bien, ahora que sabemos quien era el mandamás de la Unión Soviética, expliquemos lo que ocurrió con Streltsov. En una de sus múltiples conquistas, dio con una chica que era la hija de una personalidad importante dentro del Presidium. La persona en cuestión era Ekaterina Furtseva, muy cercana a Khruschov. Esta, en las celebraciones tras la victoria de la URSS, en los Juegos Olímpicos de 1956, habló con Streltsov y le pidió que se casara con su hija, debido a que a su hija le gustaba Streltsov y a él le podía venir de maravilla formar familia, con un miembro importante del Presidium y así zanjar de una vez por todas las continuas sospechas de desertor y de futuro capitalista que llevaba a hombros el bueno de Eduard. Este le dijo que rechaza la propuesta, ya que estaba comprometido con otra mujer. Y la verdad es que no mentía, porque se casaría poco mas tarde. Pero tras continuar la fiesta, Ekaterina Furtseva oyó hablar a Streltsov, justó cuando estaba ridiculizando a su hija. Dijo "Jamás me casaré con este mono" y "Prefiero que me ahorquen, a casarme con esta chica". Esta borrachera le salió mal a Streltsov, pero que muy mal, ya que tras otra fiesta en 1958, conoció a una chica, ligó con ella (estando casado ya, pero es que era muy mujeriego) y no se sabe mas lo que pasó. Al poco tiempo la chica en cuestión, presentó una denuncia por violación. Obviamente era una maniobra ideada por Ekaterina Furtseva, ayudada por Nikita Khruschov. Si, Khruschov, esa persona que tanto criticó las purgas realizadas por Stalin y Beria y que dijo que bajo su mandato, la URSS sufriría una desestalinización, introduciendo la libertad y la democracia, ahora realizaba una purga con Streltsov, lo mismo que había hecho con Malenkov y Molotov, pero si es cierto que no los mató. 



Streltsov con la camiseta de la URSS

Streltsov y otros dos amigos fueron detenidos y obligados a confesar. Streltsov confesó que había violado a esa chica, porque le habían prometido que si lo hacía, jugaría el Mundial de 1958. El KGB no tuvo que realizar torturas en la Lubianka, para sacar una confesión, sino que dicho y hecho. Esto desencadenó en el divorcio con su mujer. Obviamente no le dejaron jugar y lo mandaron a un "gulag" (campo de prisioneros y de trabajos forzados) de Siberia, que hay que recordar que independientemente de que haga mucho frío o no, Siberia simplemente es la Rusia asiática, nada mas que eso, puede estar al norte o al sur, pero los gulag los ponían en sitios lo mas alejados del mundo y a ser posible con unas condiciones horrendas para la vida. Allí estaría Streltsov durante cinco años, hasta que la llegada al poder de Leonid Brezhnev en 1964, tras quitar del poder a Khruschov, le devolvería la vida, debido a que firmó un indulto, con lo cual Streltsov era libre y podía volver a jugar al fútbol en su Torpedo del alma. Streltsov ya no era el mismo, había perdido pelo, ya no tenía la velocidad de antes y sobre todo, es que se había perdido siete años de fútbol y de vida. Pero supo reciclarse y siguió siendo igual de efectivo que antes, además de que la clase no la había perdido en absoluto. 

Con la vuelta de Streltsov al equipo en 1965, llegarían los mejores años en lo colectivo, logrando ser uno de los grandes de la Unión Soviética y adjudicándose la Liga Soviética de 1965 y la Copa de la URSS en 1968. Tan bien lo hizo en el apartado individual, que fue nombrado jugador del año en la URSS, en 1967 y 1968. Con los deberes hechos, con la conciencia tranquila, con la limpieza de su imagen y con la categoría de mito, se retiraría del fútbol en 1970, a la edad de 33 años. 

 Streltsov con la camiseta del Torpedo Moscú



Con la selección de la URSS jugaría los Juegos Olímpicos de 1956, en los que serían campeones, tras derrotar a Yugoslavia en la final. Streltsov no pudo jugar ningún torneo mas en su vida, primero por culpa de su destierro al gulag y segundo, porque jamás volvió a ser convocado para ningún otro gran torneo, seguramente temerosos de que se supiera su historia y se airease en el mundo capitalista. Y ya sabemos que en plena Guerra Fría, ningún bando podía cometer un error de semejante calibre.


Estatuas homenaje a Eduard Streltsov 

Streltsov moriría en 1990 (un año antes de que se desintegrara la Unión Soviética), con tan solo 53 años, por culpa de un cáncer de garganta. Se iba un mito del fútbol ruso y el mejor futbolista de la historia de la URSS, junto a Yashin y Blokhin. Pero su forma de ser, no encajaba con la sumisión que hay que tener en cualquier régimen y eso le pasó factura, porque un personaje como este da que hablar siempre, hasta en cualquier democracia, ya que no era ningún santo, pero de ahí a que te condenen a un gulag, hay un abismo. Como homenaje a parte de las estatuas, le pusieron su nombre al estadio del Torpedo de Moscú.

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