jueves, 10 de enero de 2019

ARTHUR FRIEDENREICH, EL MAYOR GOLEADOR DE TODOS LOS TIEMPOS?




Les voy a hablar de uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol, Arthur Friedenreich.

Arthur Freidenreich fue un futbolista brasileño, de la década de los 10, 20 y 30, del siglo XX. Jugaba como delantero centro. Su mayor cualidad era el olfato goleador. Tenía el gol entre ceja y ceja. Los metía de todas las maneras, con los dos pies, de forma bonita, con fealdad...Daba igual, el objetivo era que el balón entrara entre los tres palos. Su forma de jugar no era la del típico ariete, que espera a que le lleguen los balones para rematar, sino que él también se podía fabricar las jugadas, mediante el gran talento que tenía en sus botas, pudiendo regatear a cualquier rival, en un palmo de terreno. A parte tenía una precisión de cirujano, a la hora de rematar el esférico, siendo el primer futbolista en golpearle con efecto a la bola. No tenía un cuerpo musculado, ni fibroso, con lo cual tenía que vivir del talento y de la inteligencia, para saber colocarse en el mejor momento en el área y ser letal. Un delantero formidable. 

Friedenreich nació y se crió en Sao Paulo. Jugaba al fútbol en las calles, con balones de trapo y vejiga de vaca. Es ahí donde aprendería a ingeniárselas para golear y donde engulliría las formulas para regatear en espacios reducidos y golpear con efectividad al balón. Con 17 años empezaría a jugar de forma sería (no existía el profesionalismo, pero se puede considerar como la carrera futbolística), engrosando las filas del Germania de Sao Paulo en 1909. Hay que decir que Arthur Friedenreich era brasileño, pero de padre alemán y de madre brasileña, de raza negra, así que el muchacho salió mulato. Eso era un inconveniente para el fútbol brasileño, bueno y la sociedad brasilera, de gama muy clasista y que no veía bien a los de raza negra. La independencia de Brasil data de 1822, pero no significa que se siguiese llevando una vida muy tradicional, a la antigua usanza de sus conquistadores portugueses. Así que Friendenreich se echaba polvo de arroz en la cara y en las partes donde se le veía la piel, para parecer blanco. Y es que sus ojos eran verdes y de esta forma, mas peinándose con gomina, daba una apariencia germánica. Es por eso que pudo jugar sin ningún problema en sus inicios, aunque obviamente con el sudor eso se iba. Y es por esto que se le denominó el "Mulato de ojos verdes".

Se convertiría en un trotaclubes, jugando desde 1909 a 1918 en Germania, Ypiranga, Germania, Mckenzie College, Ypiranga, Paulistano, Ypiranga y Paulistano. Precisamente en este último, empezaría una carrera duradera en años en un equipo. Jugaría durante once temporadas, ganando los Campeonatos Paulistas de 1918, 1919, 1921, 1926, 1927 y 1929. Dejaría el club de su vida, para fichar por el Sao Paulo en 1930. Allí jugaría tres temporadas, ganando el Campeonato Paulista de 1931. Y de 1933 a 1935 jugaría para Atlético Mineiro, Sao Paulo y Flamengo, retirándose en este último, con la friolera de 43 años.

Con la selección brasilera jugaría los Campeonatos Sudamericanos (hoy en día Copa América) de 1916, 1919, 1922 y 1925, siendo campeón en los dos primeros.
No jugaría el Mundial de 1930, debido a una absurda medida tomada por la federación brasileña, que dijo que solo podían ir futbolistas que jugaran en Río de Janeiro. 

De Arthur Friedenreich se dice que es el mayor goleador de la historia del fútbol, superando a Pelé. Llegaría a marcar 1329 goles, pero la forma de registrar los goles correspondía a manos de sus familiares, amigos y compañeros, con lo cual no es de manera oficial. La Fifa le reconoce 550 goles y la IFFHS 354 tantos. De todas formas, si se atiende al porcentaje de gol por encuentro, nos encontramos ante un depredador del área, con un hambre de gol infinita y uno de los mayores goleadores de todos los tiempos.

Es el primer futbolista de raza negra, en jugar al fútbol en Brasil, aunque de "estrangis". Y siendo prohibido en numerosas ocasiones, pero por el clamor popular le acababan perdonando y permitiéndole jugar. 

Entre sus apodos destacan el "Mulato de ojos verdes", por lo que he descrito al inicio del artículo. 
El "Tigre", por su tremenda resistencia, que le hizo jugar hasta los 43 años y jugar un partido de dos horas y media y marcar el decisivo tanto, que le dio la victoria a su equipo. Este encuentro fue el "replay", para dirimir quién era el campeón del Campeonato Sudamericano de 1919, ya que en la liguilla habían quedado empatados a puntos, Brasil y Uruguay. En los 90 minutos de dicho partido, empataron a cero y hubo de jugarse una prorroga de 30 minutos, con idéntico resultado. Como no existía la tanda de penaltis, se jugó otra prorroga de 30 minutos y es ahí cuando Friedenreich marcaría el gol que dio la victoria a Brasil. 
El diario L'Equipe le apodó "Rey de reyes", después de una gira en Francia.

 Friedenreich en el centro

 Leonidas, Friedenreich y Pelé

 Leonidas, Ademir y Friedenreich

Arthur Friedenreich es uno de los mejores futbolistas de la historia de Brasil y se puede decir que de todos los tiempos. Pero sobre todo es un pionero, una persona que cruzó las barreras de la segregación racial, llegando a ser el primer negro en jugar un partido de fútbol, tanto en un equipo, como en la selección brasileña. Es por todo esto, que su historia merece ser contada. Un mito del fútbol. 

1 comentario:

  1. Su legado no solo se basa en sus goles, sino también en su influencia en el fútbol brasileño, que ha llevado al país a convertirse en una de las potencias futbolísticas más grandes del mundo. A pesar de su monumental carrera, su nombre a menudo queda eclipsado por otros jugadores más contemporáneos, lo que hace que su historia y logros sean aún más significativos en el contexto del fútbol global

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