viernes, 23 de noviembre de 2018

ANTONIN PUC, EL DUENDE CHECOSLOVACO




Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la historia de la extinta Checoslovaquia (hoy en día son dos países, República Checa y Eslovaquia), Antonin Puc.

Antonin Puc fue un futbolista checoslovaco, de finales de la década de los 20 y los años 30. Jugaba como delantero, actuando casi siempre como extremo izquierdo. Tenía una velocidad endiablada, desbordando con facilidad a los rivales con su arrancada. Pero no solo vivía de la velocidad, sino que también era muy habilidoso con el balón en los pies, sacando partido de su inteligencia para el regate, de forma fácil y sin florituras. También se asociaba bien con sus compañeros desde la banda y no se conformaba con jugar pegado a la cal, sino que frecuentaba mucho el área, marcando muchos goles de esta forma. Además tenía un gran disparo lejano con su pierna izquierda. Uno de los mejores extremos izquierdos de su generación. 

Puc empezó su carrera en el Smichov en 1925, pero a los pocos partidos ficharía por uno de los grandes del país, el Slavia de Praga. En uno de los grandes de la capital checoslovaca, de la región de Bohemia y de toda Checoslovaquia, jugaría los mejores años de su carrera. Fueron 13 temporadas maravillosas, en las que se convertiría en una de las grandes estrellas de su equipo y de la selección. El Slavia contaba con los mejores jugadores del país (menos Nejedly que jugaba en el gran rival, el Sparta), como Planicka, que era uno de los mejores porteros del mundo en aquella época, Svoboda y Sobotka. Dominaría el campeonato checoslovaco, ganando las ligas de 1929, 1930, 1930, 1931, 1933, 1934, 1935 y 1937. En la Copa Mitropa (antecesora de la Copa de Europa, que jugaban los equipos de la Europa central, mas Italia) llegaría a la final de 1929, cayendo ante el Ujpest de Hungría. También le tocó vivir un momento bochornoso, el que tuvo lugar en la Copa Mitropa de 1932, en las semifinales contra la Juventus, en las que los aficionados de ambos equipos se enzarzaron en una bronca, tirando objetos al campo y dándole en la cabeza a Planicka, que tuvo que retirarse lesionado. Por estos hechos deleznables, la federación echó a los dos equipos de la competición. 

Ya veterano, dejaría el equipo donde había reinado, siendo uno de los máximos goleadores casi siempre y dejando la friolera de 112 goles en su carrera, para marcharse al Viktoria Zizkov en 1938. Allí apenas tuvo repercusión su fútbol en las dos temporadas que jugó, optando por volver al Smichov en 1940, que era el equipo en el que comenzó su carrera. Jugaría una temporada y se retiraría del fútbol en 1941, a la edad de 34 años. 

Con la selección checoslovaca jugaría la Copa Internacional de la Europa Central (todavía no existía el Mundial), entre los años 1927 y 1930. Era un sistema que se jugaba en forma de liga y quedarían terceros, tras Italia y Austria. Ya con la creación del Mundial, jugarían el de 1934 (recordemos que al de 1930, celebrado en Uruguay, muchas selecciones europeas no asistieron) en el que serían segundos, tras perder la finalísima ante Italia. Hay que recordar que el Mundial se celebraba en la Italia de Benito Mussolini, con lo que eso conlleva, pero también hay que decir, que Italia era una de las mejores selecciones del mundo por aquella época. En ese partido, Puc marcó su golito, pero Italia remontó el partido, que acabaría 2-1. En este torneo fue una de las grandes estrellas, consolidándose como uno de los mejores extremos del mundo. 
También jugaría el Mundial de 1938, en el que los checoslovacos se eliminarían en cuartos de final, ante la Brasil de Leónidas. 
Llegaría a jugar un partido con la selección de Bohemia y Moravia (es lo que hoy en día se conoce como República Checa, si le añadimos también la región de la baja Silesia), durante la ocupación nazi. 




Este futbolista con aspecto de duende (le fallaba solo la altura, ya que medía 1,75 cm), es una de las grandes leyendas del Slavia de Praga, de Checoslovaquia y desde 1993 de la República Checa. También fue uno de los mejores extremos del mundo durante los años 30 y por ende, se le puede considerar como uno de los mejores extremos izquierdos de la historia del fútbol. Un fenomenal futbolista. 

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por el artículo. Da gusto conocer a esos grandes futbolistas de hace ya más de 80 años y que el olvido, en muchos casos, ha engullido. Debió dar mucho gusto verlo jugar (siento debilidad por los extremos zurdos, jeje).

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    1. Si, hay futbolistas maravillosos, desde los años 20, pero al no haber la televisión o la publicidad, han quedado en el olvido.

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