Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la historia del Tottenham, Mónaco e Inglaterra. El fabuloso Glenn Hoddle.
Glenn Hoddle fue un futbolista inglés, de finales de los años 70, la década de los 80 y los primeros años de la década de los 90. Jugaba como centrocampista, actuando por el centro, haciendo de todo. Era el encargado de crear fútbol, debido a su impresionante visión de juego, moviendo el balón con maestría, en corto y en largo, con pases milimetrados, que se convertían en asistencias perfectas para sus compañeros. Era lento pero daba igual, porque al fútbol que practicaba no le hacía falta velocidad. Tenía un talento extraordinario para jugar a este deporte, regateando a su antojo a cualquier rival y con una clase y habilidad, que le convertían en una auténtica delicia para los espectadores. Conducía el balón con elegancia y efectividad, además de que lo protegía de maravilla, ayudándose no solo en la clase que tenía con la pelota en los píes, sino también en la fuerza que poseía, haciendo imposible quitarle el esférico. Tenía una planta impresionante, con un cuerpo que era un armario empotrado y 1,83 m de estatura, convirtiéndolo en notable en el juego aéreo. Además poseía un fabuloso y potente disparo lejano, siendo un peligro para los porteros, ya que lo colocaba donde quisiese. No obstante era el encargado de lanzar los tiros libres y los saques de esquina. Y hay que añadir que era ambidiestro, con lo que eso conlleva, usando solo la pierna derecha para los jugadas a balón parado. Y si no fuera suficiente, ayudaba en tareas defensivas, cortando muchos balones. A parte leía el juego de una manera insultante, teniendo ojos en la espalda, siendo capaz de templar el partido o impulsarlo. De los mejores futbolistas de la historia en dicha demarcación.
Empezó su carrera en Inglaterra, en el Tottenham en 1975. Con los londinenses jugaría 12 temporadas, convirtiéndose en mito. Rápidamente se haría un fijo en los "Spurs". En su segundo año en White Hart Lane, viviría un descenso a la Second Division. Se erigió en la máxima figura de los del barrio judío de Londres, ascendiéndolos en sólo un año. A partir de ahí, cuesta arriba y sin parar. Llevaría al Tottenham al lugar que le corresponde, es decir, con la élite del fútbol inglés. Con jugadores como Osvaldo Ardiles, Ricky Villa, Steve Archibald y el propio Hoddle ganarían la FA Cup de 1981 y 1982. También llegarían a las semifinales de la Recopa de Europa de 1982, siendo eliminados por el Barça. Con la incorporación de Ray Clemence, pero con la marcha de Ricky Villa, se adjudicarían la Copa de la Uefa de 1984, al vencer en la final al Anderlecht de Scifo, Vercauteren y Arnesen. Los siguientes años vivirían incrustados entre los 4 primeros casi siempre, pero sin poder participar en competiciones europeas, debido a la sanción impuesta a todos los clubes ingleses, tras la tragedia de Heysel.
Tras darlo todo con los "Spurs" y convertirse en una leyenda de la entidad londinense, se marcharía a probar suerte en otro país, harto de no poder jugar competiciones europeas. Aterrizaría en Francia, bueno mejor dicho en el Principado de Mónaco. Como el Mónaco juega en la liga francesa, ficharía por dicho equipo en 1987. Los monegascos eran uno de los grandes del país galo y estaban entrenados por un técnico, que con el tiempo se convertiría en mito del Arsenal, el gran Arsene Wenger. También contaban con futbolistas de la talla de Amoros, Battiston y Hateley, mas el propio Hoddle, que ganarían la Ligue 1 de 1988. Eso les llevaría a jugar la Copa de Europa de 1988-1989, (ya con los fichajes de Weah y Petit) en la que llegarían a cuartos de final, cayendo sorprendentemente ante el Galatasaray. Por culpa de una grave lesión, se perdería toda la siguiente temporada y ya veterano, sin ser el mismo de antes, fue despedido y tomó la decisión de medio retirarse del fútbol, es decir, convertirse en jugador-entrenador. Ficharía por el modesto Swindon Town en 1991. Allí permanecería dos temporadas, logrando ascender a la First Division. Con su buen hacer en este equipo, ficharía por el Chelsea en 1993. Con los blues llegaría a la final de la FA Cup de 1995, cayendo ante el Manchester United. Tras este partido se retiró oficialmente como futbolista, a la edad de 38 años. Seguiría su carrera de entrenador, con poco éxito y dejando una frase que le deja en muy mal lugar. En su etapa como seleccionador inglés, soltó esta perlita, "Los minusválidos (sean físicos o psíquicos) son castigados por sus malas obras en una anterior vida". Adjunto este artículo del diario el País, en el que habla mas detenidamente sobre las desafortunadas palabras de Hoddle.
En la selección inglesa jugaría la Eurocopa de 1980, eliminándose en la primera ronda, al estar en el mismo grupo que Bélgica, Italia y España. El Mundial de 1982, en la que los "pross" se clasificarían para la segunda ronda de grupos, cayendo eliminado, al estar en el mismo grupo que la RFA (República Federal Alemana y España. El Mundial de 1986, en el que llegarían a los cuartos de final. Pero desgraciadamente para ellos se enfrentaron a Argentina, en el partido que pasaría a la historia del fútbol y el mas recordado en la carrera de Maradona. En dicho partido Maradona marcó el famoso gol, que regatea a todos desde el mediocampo, mas el gol de la "Mano de Dios". Así que Maradona los eliminó él solito, tomándose venganza por la "Guerra de las Malvinas". Y su último torneo sería la Eurocopa de 1988, en la que haría el ridículo eliminándose en primera ronda, al quedar última de su grupo, tras la Unión Soviética, Países Bajos e Irlanda.
Cuesta entender como un grupo de futbolistas, con los que jugó Glenn Hoddle en diferentes etapas, como fueron Shilton, Wilkins, Keegan, Viv Anderson, Robson, Francis, Barnes, Beardsley, Lineker y Waddle, hicieran tan poco. Solo unos tristes cuartos de final en 1986.
Glenn Hoddle es claramente uno de los mejores centrocampistas de la historia de Inglaterra. Se puede decir alto y claro, que es el sucesor del gran Bobby Charlton. Y es que aunque no fueran exactamente iguales, si que se parecen en muchas cosas, como es el talento y la clase, el ser ambidiestros, la visión de juego y los pases milimetrados, el buen hacer en el apartado goleador, la entrega en el campo y por supuesto, la jerarquía y liderazgo para hacer de sus equipos, los grandes en su país. Es mas, a los dos la historia los ha infravalorado, porque tanto Charlton, como Hoddle, deberían ser considerados como, dos de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol.
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