Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la historia del Liverpool y de Escocia. El polémico Graeme Souness.
Graeme Souness fue un futbolista escocés, de los años 70 y 80. Jugaba como centrocampista, actuando como pivote organizador y llegador. Tenía mucha clase en sus botas, capaz de conservar el balón con maestría, manejando la pelota con ambas piernas, aunque su pierna buena era la derecha. Poseía una enorme visión de juego, capaz de dar asistencias maravillosas, tanto en corto como en largo, siendo el timón de su equipo. Pero también era capaz de llegar a las inmediaciones del área en numerosas ocasiones, soltando su gran disparo lejano con ambas piernas. También contribuía siempre en las tareas defensivas, robando balones a su antojo, aprovechando su fuerza y no rehuyendo jamás el cuerpo a cuerpo. Es precisamente en este apartado donde viene su lado negativo. Era un jugador muy sucio, que aprovechaba siempre a dar patadas, codazos y lo que se tercie, con tal de sacar de quicio al contrario y buscar su expulsión, por no hablar de continuas broncas, provocaciones y teatro, a rivales y árbitros. Un futbolista que unía talento y mala leche a partes iguales.
Empezó su carrera curiosamente, en Inglaterra en 1970, en el Tottenham. Con tan sólo 17 años no contaba con la confianza para jugar en el primer equipo, así que se marcharía con una extrañísima cesión a la NASL, para jugar en el Montreal Olympique en 1972. En el conjunto canadiense jugaría unos meses, que le valieron para retornar a Inglaterra, donde el Tottenham lo vendería al Middlesbrough en enero de 1973. El "Boro" por aquella época se encontraba en la Second Division y rápidamente Souness se adueñó del centro del campo. Ayudaría al equipo a ascender a la First Division en 1974. Tras tres temporadas y media en la máxima competición de la Football League, con un gran nivel, llamaría la atención del mejor equipo de Inglaterra, el Liverpool, que lo ficharía en enero de 1978, para sustituir a otra leyenda red, que había sido el jefe del centro del campo, Ian Callaghan. En los reds es en donde jugaría sus mejores temporadas y se convertiría en leyenda, con seis temporadas y media maravillosas. Al mando del técnico Bob Paisley y con jugadores como Clemence, Hansen, Neal, Thompson, Heighway, Lee, McDermott, Dalglish y el propio Souness, ganarían la Copa de Europa de 1978, al derrotar en la final al Brujas y la First Division de 1979. En la campaña siguiente con los fichajes de Whelan y Rush, repetirían el título de First Division de 1980. En la siguiente campaña se marcharía Heighway, pero se volvería a conquistar la Copa de Europa en 1981, al derrotar al Real Madrid. En la siguiente temporada con la sustitución de Ray Clemence, por Bruce Grobbelaar en la portería, ganarían la First Division de 1982 y la Copa de la Liga del mismo año. En la campaña siguiente se marcharía McDermott, pero repetirían títulos de First Division y Copa de la Liga en 1983. En la temporada siguiente se marcharía el técnico que dio la gloria al Liverpool, el mítico Bob Paisley, siendo sustituido por su ayudante Joe Fagan, con el que lograrían el triplete de First Division, Copa de la Liga, pero sobre todo la Copa de Europa de 1984, al derrotar en los penaltis, a la Roma de Falcao, Toninho Cerezo y Bruno Conti.
Tras lograr todo lo habido y por haber en el Liverpool, se marcharía del club y de Inglaterra, para probar suerte en la mejor liga del mundo, la Serie A italiana, en la que ficharía por la Sampdoria en 1984. En el conjunto genovés jugaría dos temporadas, en las que ganaría la Coppa en 1985, con jugadores como Bordon, Vierchowod, Mancini, Vialli y Francis. Ya con 33 años decidió volver a su Escocia, donde ficharía por el Rangers en 1986, como jugador-entrenador. En el conjunto protestante de Glasgow jugaría cuatro temporadas, en las que su participación iría decayendo, pasando a ejercer mas como entrenador, retirándose definitivamente en 1991, a la edad de 38 años.
Con la selección de Escocia jugaría los Mundiales de 1978, 1982 y 1986, en los que se eliminaría en primera fase, pese a contar con futbolistas de la talla de Gemmill, Dalglish, Hansen, Strachan, Archibald y el propio Souness.
Si no la había armado suficientemente como futbolista, con broncas, patadas, entradas criminales y demás, como entrenador siguió envuelto en polémica. Conocidísimo fue su incidente en Turquía, cuando era entrenador del Galatasaray, clavando una bandera del conjunto de Estambul, en la mitad del campo del Fenerbahce. Sobra decir que se armó la de "San Quintín". Y es que Souness fue un futbolista sensacional, imprescindible para cualquier equipo, pero siempre iba con el "regalo" de su juego sucio, sus tonterías y ganas de polémica.
Un fracasado como entrenador. Pertenece a esa clase de británicos imperialistas, racistas y violentos para quienes hay dos tipos de personas: los británicos y los inferiores. Nunca gano nada con Escocia. Cualquier cosa menos ejemplar.
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