lunes, 23 de abril de 2018

KAZIMIERZ DEYNA, EL CHOPIN DEL FÚTBOL




Les voy a hablar de uno de los mejores futbolistas de la historia de Polonia, Kazimierz Deyna.

Antes de profundizar en la vida y carrera de Deyna, si me lo permitís, voy a equipararlo a una de las personas mas famosas e importantes, que ha dado Polonia en toda su historia (junto a Juan Pablo II, Marie Curie, Nicolás Copérnico, Artur Rubinstein, Roman Polanski y Max Factor), el pianista y compositor Fryderyk Chopin. 


Fryderyk (mas conocido por Frederic, en francés) Franciszek Chopin nació en Polonia en 1810. Su padre era francés con antepasados polacos, que había emigrado a Polonia; y su madre era polaca. Fryderyk hizo la mitad de su vida personal y musical en Polonia, llegando a ser el mejor pianista y compositor de toda Polonia. Hay que decir que la simbiosis entre Chopin y el piano era espectacular, llegando a componer todas sus obras, única y exclusivamente para piano. 

Tras estar el ambiente fatal en Varsovia, debido a los dictadores impuestos por el Imperio Ruso, se marcharía al extranjero a seguir con su carrera, estableciéndose finalmente en París. Estando allí se enteró del levantamiento de los nacionalistas polacos (hartos de la tiranía del zarismo ruso), que fue cortado y eliminado por los propios rusos, que lógicamente ejecutaron a los golpistas. París y Francia, pasaría a ser su casa, ya que jamás volvería a su Polonia, creándose en su interior una nostalgia tan grande, que se convertiría en un nacionalismo polaco, claramente reflejado en algunas de sus obras, como las Polonesas y las Mazurcas. En París, una de las capitales de la música en el siglo XIX (junto a Viena y Londres),  Chopin se convertiría en uno de los mejores virtuosos y compositores del mundo, junto a Franz (Ferenc, su nombre en húngaro) Liszt, que admiraba la música del compositor polaco. En la capital francesa conocería a una mujer, que se dedicaba al periodismo, pero que en aquella época era un mundo dedicado a los hombres, así que usaba el sobrenombre de George Sand, para que la sociedad pensara que el escritor en cuestión era un hombre. Esta mujer llamada Aurore Lucile Dupin, varonesa de Dudevant, se encaprichó de Chopin, viéndole triunfador y Chopin se dejó cortejar. George Sand, una mujer de armas tomar, de mentalidad de izquierdas y con muchas ganas de vivir y de divertirse, se enamoró de un hombre seis años mas joven que ella y que nada tenía que ver con su personalidad, ya que Chopin era muy introvertido, encerrado en su piano y que no hacía otra cosa que tocar y componer para piano. Lo único que compartían era el carácter, siendo los dos personas muy difíciles de convivir. Además hay que añadir, que George Sand tenía dos hijos de un anterior matrimonio y Chopin era proclive a enfermar. Al principio fueron amantes, pero con el tiempo la cosa se enfrío tanto, que ella actuaba como si fuera su madre en lugar de su amante, ya que Chopin solo tenía ojos para su piano. Si a las continuas enfermedades de Chopin, añadimos la nostalgia por Polonia, pues le volvían aún mas anacoreta. 

La salud de Chopin fue directamente proporcional a la relación con George Sand, es decir, empeorando cada vez mas rápido, incluyendo el famoso viaje a Mallorca, que se convirtió en un infierno, debido al horrible invierno que hizo ese año. Al final los dos, con los años dejaron de hablar y de convivir, para no volverse a ver nunca mas, hasta la muerte de Chopin en 1849, en París, con tan sólo 39 años de edad. Se celebró un funeral por todo lo alto en su honor, en la ciudad que le encumbró a la fama internacional, París. 

Las composiciones de Chopin, son una mezcla entre sutileza, elegancia, suavidad y dulzura, con extrema rapidez, grandiosidad, majestuosidad, fuerza y perfección. Dejó obras tan maravillosas como, "Nocturnos", "Mazurcas", "Polonesas", "Preludios", "Valses", "Estudios", "Baladas", "Sonatas (entre la que esta la archiconocida Marcha Funebre, de su sonata numero 2)" y "Conciertos para piano y orquesta". Es claramente uno de los mejores compositores de todos los tiempos y el mejor en cuanto a composiciones para piano, junto a Beethoven, Liszt y pocos mas.

Después de la vida de Chopin, vamos con la de Deyna y veremos como guardan cierto parecido en muchas cosas.

Deyna fue un futbolista polaco, de finales de los años 60, la década de los 70 y 80. Jugaba como centrocampista, actuando como enlace. Tenía una clase impresionante. Era bastante lento, pero no importaba ya que su cerebro era el que se movía a mucha velocidad. Aguantaba el balón a la perfección, aprovechándose no sólo de su talento, sino de que era ambidiestro y podía hacer lo que le viniera en gana con el balón. Tenía un don para el pase, dando asistencias de auténtico lujo y moviendo el juego a su antojo. Era todo un especialista en los tiros libres y saques de esquina, muchas veces tirándolos indistintamente con ambas piernas. No queda ahí la cosa, sino que se incorporaba de maravilla al ataque, creando peligro en sus internadas al área, marcando gol con los pies o de cabeza. Poseía un gran disparo lejano, colaboraba en tareas defensivas y tenía bastante gol. Un jugador extraordinario. En su juego vemos que guarda parecido con Chopin, en la dulzura con la que acaricia la pelota, en la efectividad, en la rapidez de pensamiento, fuerza y perfección, con la que practicaba su fútbol, pareciendo fácil, pero no siendo nada sencillo de ejecutarlo.

Empezó su carrera en su país, el Lodz en 1966. Allí solo jugaría un partido, debido a que tendría que hacer el servicio militar. Recordemos que Polonia era un país del bloque comunista, con lo que eso conllevaba para el fútbol, debido a que tenían sus normas muy estrictas. El Legia de Varsovia era el equipo perteneciente al ejército. Esto significa que hacían lo que les daba la gana y nadie les podía toser. Dicho y hecho, Deyna ficha por el Legia, ipsofacto. En el equipo del ejército, de la capital y el mejor club de Polonia, jugaría casi toda su carrera y sus mejores años como futbolista, los que le llevarían a ser una de las grandes estrellas del país. En 12 temporadas ganaría la Liga de Polonia, en 1969 y 1970 y la Copa de Polonia en 1966 y 1973. Junto a otra leyenda del Legia y de Polonia, como Gadocha, llegarían a las semifinales de la Copa de Europa de 1970, cayendo ante el Feyenoord entrenado por Ernst Happel y comandado por jugadores como Van Hanegem, Israel, Jansen, Moulijn y Kindvall. Tras ese exitazo vendría un portero, que es otra gran leyenda polaca, Tomaszewski, pero solo permanecería dos temporadas en el club del ejército. 

Con 30 años de edad, que era la ley imperante en los países del bloque soviético, ya podía salir del país y moverse al bloque capitalista. Deyna dejaría Polonia en 1978, para no volver nunca mas, al igual que Chopin. Aterrizaría en Inglaterra, donde ficharía por el Manchester City. Los citizens eran un equipo de mitad de tabla, muy muy lejos del nivel de la actualidad. Pero entre lesiones y que no se aclimató a la vida de Manchester, hizo que jugara poco en sus tres temporadas allí. Saldría por la puerta de atrás, marchándose a la NASL, donde ficharía por los San Diego Soccers en 1981. En la ciudad californiana jugaría cuatro temporadas a muy buen nivel, con un gran nivel en el apartado goleador, faceta que siempre se le dio muy bien. Con el fin de la NASL y la entrada de la MISL (Major Indoor Soccer League), permanecería en el equipo, jugando cuatro temporadas mas en el fútbol indoor, que es una especie de fútbol sala, pero jugado con balón de fútbol 11 y con muros que impiden que el balón salga de banda. Se retiraría del fútbol en 1987, a la edad de 40 años. 

Con la selección polaca jugaría los Juegos Olímpicos de 1972, consiguiendo la medalla de oro, derrotando en la final a Hungría. El Mundial de 1974, en el que los polacos serían una de las revelaciones de dicho torneo, quedando en tercera posición, tras ganar la final de consolación a Brasil. Este torneo daría una gran fama a casi todos sus integrantes, ya que al jugar en el bloque comunista no eran tan conocidos. Era un grandísimo equipo que jugaba de maravilla al fútbol, con jugadores de la talla de Lato, Tomaszewski, Szarmach y Gadocha. El propio Deyna era el capitán del equipo. En dicho torneo sería incluido en el mejor once inicial. Y no queda ahí la cosa, ya que redondearía el año quedando en tercera posición, en el Balón de Oro de 1974

También jugaría los Juegos Olímpicos de 1976, en el que serían medalla de plata, al perder la final contra la RDA (República Democrática Alemana o Alemania Oriental). No es raro que se repitiera final entre equipos del bloque comunista, debido a que siempre cuidaban mucho el deporte amateur. Y su último torneo sería el Mundial de 1978, con la misma base del equipo del 74, pero con la salida de Gadocha, entrando en su lugar Boniek. Con ellos llegarían a la segunda fase de grupos (no había ni cuartos de final, ni semifinal), donde serían eliminados en un grupo formado por Argentina, Brasil y Perú. 

Una vez retirado del fútbol le vendrían los problemas. Ya tenía problemas anteriormente por culpa del alcohol, porque era un buen aficionado a la bebida y le gustaba mucho salir de juerga. En el bloque comunista no le permitían hacer estas locuras, para no dañar la imagen del régimen, pero una vez entrado en el capitalismo, hizo lo que le vino en gana. En Inglaterra tuvo un accidente de tráfico, que quedó en nada, pero tuvo que pagar la consecuente multa. Y ya en el paraíso de los capitalistas, los Estados Unidos de América y encima California, se acrecentó este problema, que se agravó debido a que se arruinó, por culpa de un negocio fallido una vez retirado del fútbol y recientemente divorciado de su mujer, la cual no aguantó mas las continuas borracheras de su marido y sus infidelidades. El 1 de Septiembre acabó tristemente su vida, al conducir completamente borracho, salirse de la carretera y estrellarse su coche contra un camión que estaba parado. Fallecía a los 41 años de edad. 

En esta forma de vivir, Deyna no se parecía en nada a Chopin, ya que al futbolista le gustaba interactuar, divertirse con la gente y desfasar con el alcohol y las mujeres, pero a Chopin lo único que le hacía feliz era el piano. Pero los dos se fueron muy jóvenes, Chopin con 39 años y Deyna con 41 años y con una aureola de romanticismo y tristeza que dejaron en los demás y en ellos mismos, porque por diversas cuestiones no eran del todo felices. 

Deyna fue un futbolista maravilloso, al que encima el hecho de morir tan joven, lo encumbró a la categoría de leyenda, como suelen tener las estrellas de la música, como Kurt Cobain, John Lennon, Jimmy Hendrix o Jim Morrison, por nombrar a unos, sin olvidarnos del gran Chopin, Mozart o Schubert. Antes de morir, nos dejó otra maravilla para la posteridad, su participación en la película "Evasión o Victoria". Y es que Deyna nació para convertirse en mito, por mucho que hoy en día se recuerde mas a Lato y a Boniek. 

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