Les voy a hablar de uno de los mejores futbolistas de la historia de Croacia, Alen Boksic.
Boksic fue un futbolista croata, de finales de los años 80, los 90 y la primera mitad de la primera década de este siglo. Jugaba como delantero, actuando como delantero centro. Era alto (1,87 m de estatura) y fuerte, con lo que podía fajarse con los defensas sin ningún problema. Tenía un excelente disparo con ambas piernas. Era un buen cabeceador, pero donde de verdad destacaba era con el balón en los pies. Tenía un talento extraordinario, pudiendo llevar el esférico controlado y regatear a cualquiera que se le pusiera por delante, ya que aunque era diestro, manejaba bien la pierna izquierda. Como no era muy rápido, hacía quiebros y regates en corto, con los que dejaba clavado a los contrarios. Además de que se asociaba de maravilla con sus compañeros, dando excelentes asistencias. Era pura clase, todo un jugadorazo. Si hay que ponerle un defecto, es que no era un goleador, pero lo suplía con todas estas cualidades que he mencionado anteriormente.
Boksic empezó su carrera en 1987, en el Hajduk Split de Croacia, que hay que recordar que en ese momento, era una de las varias repúblicas socialistas de Yugoslavia. Allí jugaría cuatro temporadas, en las que se convertiría en uno de los futbolistas mas prometedores de Yugoslavia. Con ese cartel, dejaría Yugoslavia, en la que se estaba fraguando todas las tensiones que derivarían en la consiguiente guerra civil y se marcharía a Francia, donde ficharía por el Cannes en 1991. En la ciudad del famoso festival de cine, solo permanecería una temporada, en la que solo jugaría un partido debido a una grave lesión, que le apartó de los terrenos de juego toda la campaña. Aún así uno de los mejores equipos de Francia, como era el Olympique de Marsella presidido por el controvertido Bernard Tapie, lo ficharía en 1992. En el conjunto marsellés haría historia al ganar la Ligue 1 y la Liga de Campeones de 1993, en la que derrotaría al todopoderoso Milan. Este equipo estaba entrenado por la leyenda de los banquillos belgas, Raymond Goethals y tenía a jugadores de la talla de Barthez, Desailly, Amoros, Boli, Angloma, Abedi Pele, Deschamps, Rudi Völler y el propio Boksic. No sólo en lo colectivo fue un año maravilloso, sino que en el apartado individual firmó la mejor temporada de su carrera, metiendo la friolera de 23 goles y quedando en cuarta posición en el Balón de Oro. Y es que hay que recordar que Boksic, jamás fue un goleador. Pero todo se torció, cuando se demostró que Tapie había amañado partidos de Ligue 1, con lo cual sería inhabilitado de su cargo como presidente. Pero la sanción fue mucho mas dura, ya que sancionaron al propio Olympique de Marsella, quitándole "Le Championnat" y castigándoles con el descenso a Ligue 2. Así que le tocó al croata jugar en la segunda división gala, durante la siguiente temporada, hasta que en diciembre de 1993, la Lazio le hizo una oferta y Boksic no se lo pensó dos veces, ya que abandonaba la Ligue 2 y se marchaba a la Serie A, que era la mejor liga del mundo.
Se adaptó de maravilla al calcio, siendo una de las grandes estrellas de la Lazio y de toda la Serie A. En Roma jugaría dos temporadas y media, al lado de jugadores de la talla de Marchegiani, Negro, Winter, Di Matteo, Fuser, Signori, Casiraghi, Favalli, Gascoigne, Chamot y Nesta. El conjunto lazial era uno de los mejores de Italia, pero al recibir una oferta de la Juventus, no se lo pensó dos veces, ya que eran el mejor equipo del calcio, fichando en 1996. En Turín jugaría solo una temporada, en la que si bien fue titular indiscutible en la delantera, no rindió igual de bien que en Roma. En la Vecchia Signora entrenado por Marcello Lippi y con jugadores de la talla de Peruzzi, Ferrara, Pessotto, Montero, Zidane, Di Livio, Jugovic, Deschamps, Del Piero, Tacchinardi, Vieri y el propio Boksic, conseguiría el Scudetto de 1997. Tras el fichaje de Inzaghi, Boksic entendió que no tenía hueco en el once titular, así que volvió a la Lazio en 1997. Los laziales estaban entrenados ahora por Sven Goran Eriksson y contaba con algunos jugadores distintos como Nedved, Mancini, Almeyda, Jugovic, Pancaro, mas los que ya estaban de antes como Marchegiani, Negro, Favalli, Nesta, Casiraghi y Chamot. Boksic recuperó su estatus de fijo y una de las estrellas del equipo, pero tras una mala temporada hubo varias bajas y altas. Se marcharían Casiraghi y Jugovic, llegando gente como Mihajlovic, Sergio Conceiçao, Stankovic, Salas, Vieri y Fernando Couto. Pero Boksic volvería a tener una lesión grave en su carrera y se perdería toda la temporada, en la que ganarían la Recopa de Europa de 1999 y a punto estarían de ganar el Scudetto. En la campaña siguiente se marcharía Vieri, pero llegaría Verón, recuperando Boksic su puesto en el once titular y alzándose con el Scudetto del 2000.
Tras el fichaje de Hernán Crespo, Boksic se vio obligado a buscar otro destino si no quería chupar banquillo, así que se marcharía del calcio, para aventurarse en la Premier League, fichando por el Middlesbrough en el 2000. Y es que Boksic (seguramente por tanta lesión) ya no era el mismo de antes. Aterrizaba en un club de mitad de tabla, en el que sus mejores jugadores eran Schwarzer, Ince, Southgate y Downing. Boksic jugaría tres temporadas allí, de las que dos fueron muy buenas, pero en la tercera no jugaría demasiado debido a las lesiones, optando por retirarse del fútbol en 2003, con sólo 33 años.
Con la selección croata jugaría la Eurocopa de 1996, en la que los ajedrezados llegarían a los cuartos de final, siendo eliminados por Alemania, que sería el ganador del torneo. Era una de las grandes estrellas de Croacia, junto a Suker, Boban, Prosinecki y Jarni. Y su último torneo sería el Mundial de 2002, en el que se eliminarían en primera fase, en un grupo en el que estaban México, Italia y Ecuador. Ese combinado croata era una mezcla del grupo de veteranos dicho anteriormente, mas los nuevos baluartes como los hermanos Kovac (Robert y Niko), Simic y Olic.
Boksic no iría al Mundial de 1998 por lesión, donde se perdió el tercer puesto de los ajedrezados. Y sería convocado por Yugoslavia para el Mundial de 1990, pero no jugaría ningún partido.
Boksic fue un fenomenal futbolista, con una clase extraordinaria, pero sin embargo queda el regusto amargo, de que pudo haber sido mejor de lo que fue. Y eso en parte es por las múltiples lesiones que tuvo a lo largo de su carrera. Por no hablar de que él siempre se creyó mucho mejor de lo que era, mostrando una arrogancia ante los periodistas diciendo sin pudor, que no había ningún delantero mejor que él.
Boksic no iría al Mundial de 1998 por lesión, donde se perdió el tercer puesto de los ajedrezados. Y sería convocado por Yugoslavia para el Mundial de 1990, pero no jugaría ningún partido.
Boksic fue un fenomenal futbolista, con una clase extraordinaria, pero sin embargo queda el regusto amargo, de que pudo haber sido mejor de lo que fue. Y eso en parte es por las múltiples lesiones que tuvo a lo largo de su carrera. Por no hablar de que él siempre se creyó mucho mejor de lo que era, mostrando una arrogancia ante los periodistas diciendo sin pudor, que no había ningún delantero mejor que él.
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