Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores españoles de todos los tiempos, Luis Suárez.
Luis Suárez Miramontes fue un futbolista español, de los años 50 y los 60. No confundir con el uruguayo, que triunfa hoy en día en el Barça, ni con aquel delantero mexicano de los años 90, que tan buen rendimiento dio en el Atlético de Madrid, pero fracasó estrepitosamente en la Real Sociedad. Luis Suárez o Luisito Suárez, como era conocido en España, es gallego, nacido en la bella ciudad de La Coruña, mas concretamente al lado de la Torre de Hércules, en donde solía jugar al fútbol en la calle. A día de hoy es el único jugador español en ganar el Balón de Oro. Lo ganó en 1960, pero es que también quedó en segunda posición en 1961 y 1964 y tercero en 1965. Eran otros tiempos, en los que la prestigiosa revista francesa "France Football", entregaba el trofeo sin miramientos, a quien ellos creían merecedor del trofeo y no como ahora, en el mercantilizado fútbol moderno, en el que se rigen mas por contratos publicitarios.
Jugaba de centrocampista, pudiendo actuar indistintamente como interior (mediapunta) o como mediocentro, aunque su posición ideal era la de interior (mediapunta), por sus cualidades técnicas. Tenía muchísimo talento en sus botas, con la que llevaba el balón pegado al pie y regateaba fácilmente a los contrarios, de forma sencilla pero efectiva. Era diestro aunque manejaba de maravilla la pierna izquierda, cualidad que le hacía ser mucho mas desequilibrante. También tenía una grandísima visión de juego, con la que daba muy buenas asistencias. Y lo que sorprende es que además de su enorme clase y su visión de juego, también tenía gol. Pero no queda ahí la cosa, ya que con todas esas cualidades, no se dedicaba sólo al juego ofensivo, sino que se fajaba en defensa y colaboraba en la creación de juego. Un jugador maravilloso, al que podríamos comparar hoy en día, con Andrés Iniesta, aunque con mas muchísimo mas gol el gallego.
Luis Súarez empezó jugando en el equipo de su tierra, el Deportivo de la Coruña en 1953, con sólo 18 años de edad. En el conjunto blanquiazul jugaría una temporada, al lado de jugadores como Pahiño y Arsenio Iglesias. Lo haría tan bien, que los grandes de España se fijaron en él. Ficharía por el Barça en 1954, pero sería cedido al España Industrial. Tras un año fogueándose en la Segunda División, volvería al Barça en 1955. Como era un chaval y tampoco tenía demasiado dinero, vivía en casa de una mujer que se encargaba de acoger a todos los jugadores jóvenes del Barça, que fueran nuevos en el equipo y no tuvieran casa, para hacerles mejor su acoplamiento a la ciudad. Los primeros años viajaba en tranvía a los entrenamientos y partidos que jugara el conjunto blaugrana, hasta que tuvo dinero para comprarse un coche. En el conjunto culé jugaría siete temporadas, en las que se convertiría no sólo en un fijo en el once titular, sino en una de sus estrellas y también en uno de los mejores jugadores españoles. Allí jugaría al lado de jugadores de la talla de Ramallets, Segarra, Kubala, Basora, Kocsis, Czibor y Olivella. Con el conjunto catalán ganaría la Liga de 1959 y 1960, la Copa del Generalísimo de 1957 y 1959 y la Copa de Ferias de 1958 y 1960. También jugaría la final de la Copa de Europa de 1961, siendo derrotado por el Benfica, entrenado por Bela Guttman y comandado por jugadores de la talla de Coluna y Aguas. Tras ser ya uno de los mejores jugadores del mundo, tuvo que aceptar que parte de la afición se decantara por Kubala, porque se empeñaron los periodistas en crear un debate, de que los dos no podían jugar juntos, cuando siempre lo habían hecho. Además eran jugadores con cualidades distintas y por tanto completamente compatibles. Este debate se originó porque el técnico franco-argentino Helenio Herrera, en su corta etapa en Barcelona, tuvo sus mas y sus menos con la gran estrella húngara, mandándolo al banquillo en numerosas ocasiones.
Y llegó el día fatídico. El FC Barcelona se había metido de lleno en la construcción de un nuevo estadio, que iba a ser de los mejores del mundo, el Camp Nou. Una obra colosal, que suponía un desembolso multimillonario, así que la directiva se vio obligada a vender a su mejor jugador, que por aquella época era Luisito Suárez, para poder cuadrar las cuentas y no entrar en bancarrota (aunque Franco tuvo que ayudarles económicamente, porque se iban directos a la quiebra, pero ese es otro tema). La oferta que llegó desde la liga italiana, era imposible de rechazar. Y es que Italia vivía su mejor momento económico, una época de esplendor económico, que se reflejo en el fútbol. El Inter de Milán fue el encargado de desembolsar un pastón por el gallego, tanto al conjunto culé, como al propio jugador en forma de sueldo, así que todos se vieron obligados a aceptar. Fichó por el Inter en 1961, por recomendación de Helenio Herrera, que lo había tenido a sus ordenes, en su etapa barcelonista. Se adentraba en el calcio, un fútbol en el que predominaba el catenaccio, un estilo de juego muy defensivo y que no se adecuaba a sus características. Pero Luisito, era mucho Luisito y vaya que si triunfó. Retrasó su posición, pasando del interior, con total libertad, al mediocentro que tenía que ser solamente el encargado de crear el juego y a la vez de trabajar en defensa constantemente, sin la libertad que tenía en Barcelona. Se adaptó a la perfección, cambiando su forma de jugar, viéndose a un Luis Suárez distinto, pero igual de efectivo, solamente atacando cuando el equipo no se viera descompensado y olvidándose de su faceta goleadora.
Pese a ser el fichaje estrella, ya no era considerado como tal, sino que era uno mas al servicio del colectivo. Con ese papel fue una de las grandes estrellas y líderes desde el principio. El era el engranaje del conjunto neroazzurro, el timón que guiaba a un equipo muy defensivo, que vivía del talento y del ingenio del gallego, de Sandro Mazzola y de Mario Corso. En el otro gran equipo de Milán, jugaría nueve temporadas, en las que se convertiría en una de las grandes leyendas interistas. El Inter viviría la mejor época de su vida, entrenados por Helenio Herrera y con jugadores de la talla de Facchetti, Picchi, Burgnich, Jair, Mazzola, Corso y el propio Suárez. Con los neroazurros ganaría los Scudettos de 1963, 1965 y 1966. Pero sobre todo ganaría dos Copas de Europa seguidas. En 1964, derrotaría en la final al Real Madrid de Di Stéfano, Puskas, Gento, Santamaría, Amancio y Zoco. Y en 1965, ganaría al Benfica de Eusebio, Coluna y Simoes. Tras dar lo mejor de si como futbolista y haber sido uno de los mejores jugadores del mundo, dejaría el Inter y la ciudad de Milán, donde se había sentido como en su Coruña natal y donde le habían acogido como un italiano mas, cosa que no ocurrió en Barcelona, donde fue tratado mal y jamás se le quiso. Es mas, ya de mayor estuvo trabajando para el Inter y estuvo viviendo muchos años en la ciudad lombarda, que ya no se sabía si tenía acento gallego o italiano, porque los dos acentos tienen un cierto parecido.
Ficharía por la Sampdoria en 1970. En el conjunto genovés jugaría durante tres temporadas, donde ya veteranísimo, obviamente ya no era el mismo, aunque siguió aportando su excelso talento, jerarquía, experiencia, compromiso y trabajo, por el bien del grupo. Allí coincidiría con un jugador, que haría historia luego como técnico, el italiano Marcelo Lippi. Ya con 38 años a sus espaldas, se retiraría del fútbol en 1973.
Con la selección española jugaría el Mundial de 1962, en el que se eliminarían en primera fase, al estar encuadrados en el grupo de la muerte, con la Brasil de Pelé, Garrincha, Djalma Santos, Didí, Vavá y Zagallo, y la Checoslovaquia de Masopust. La Eurocopa de 1964, en la que serían campeones tras derrotar a la URSS de Yashin. Y el Mundial de 1966, en el que tendrían muy mala actuación, eliminándose en primera fase, en un grupo formado por la RFA (Alemania Federal), Argentina y Suiza. Luego no volvería a jugar con España ningún torneo internacional, porque no se clasificarían durante muchísimos años. Luis Suárez perteneció a dos generaciones distintas, que eran dos auténticos equipazos, capaces de ganar a cualquiera. La compuesta por los nacionalizados Kubala, Puskas, Di Stéfano y Santamaría, mas jugadores nacionales como Collar, Gento, Peiró, Del Sol y Segarra. Y la siguiente, ya con jugadores nacionales y con un equipo casi distinto, con jugadores de la talla de Iribar, Chus Pereda, Olivella, Zoco, Amancio, Gento, Lapetra, Marcelino, Del Sol y Pirri.
Luisito Suárez, Luis Suárez o el arquitecto, como lo llamaba Di Stéfano, es uno de los mejores jugadores de la historia del Inter de Milán, de España y de la historia del fútbol. Aunque en España han hecho todo lo posible por olvidarle y es que no soportan que alguien triunfe fuera de España. Me parece muy lamentable que Luis Suárez, no sea considerado uno de los mejores jugadores de la historia de España, pero este país es así. Igual también tiene que ver que Luisito sea una persona de lo mas normal, lejos del carácter endiosado de las estrellas y eso en España jamás ha gustado, ya que los prefieren narcisistas y prepotentes, en lugar de humildes. Así nos va.
Y llegó el día fatídico. El FC Barcelona se había metido de lleno en la construcción de un nuevo estadio, que iba a ser de los mejores del mundo, el Camp Nou. Una obra colosal, que suponía un desembolso multimillonario, así que la directiva se vio obligada a vender a su mejor jugador, que por aquella época era Luisito Suárez, para poder cuadrar las cuentas y no entrar en bancarrota (aunque Franco tuvo que ayudarles económicamente, porque se iban directos a la quiebra, pero ese es otro tema). La oferta que llegó desde la liga italiana, era imposible de rechazar. Y es que Italia vivía su mejor momento económico, una época de esplendor económico, que se reflejo en el fútbol. El Inter de Milán fue el encargado de desembolsar un pastón por el gallego, tanto al conjunto culé, como al propio jugador en forma de sueldo, así que todos se vieron obligados a aceptar. Fichó por el Inter en 1961, por recomendación de Helenio Herrera, que lo había tenido a sus ordenes, en su etapa barcelonista. Se adentraba en el calcio, un fútbol en el que predominaba el catenaccio, un estilo de juego muy defensivo y que no se adecuaba a sus características. Pero Luisito, era mucho Luisito y vaya que si triunfó. Retrasó su posición, pasando del interior, con total libertad, al mediocentro que tenía que ser solamente el encargado de crear el juego y a la vez de trabajar en defensa constantemente, sin la libertad que tenía en Barcelona. Se adaptó a la perfección, cambiando su forma de jugar, viéndose a un Luis Suárez distinto, pero igual de efectivo, solamente atacando cuando el equipo no se viera descompensado y olvidándose de su faceta goleadora.
Ficharía por la Sampdoria en 1970. En el conjunto genovés jugaría durante tres temporadas, donde ya veteranísimo, obviamente ya no era el mismo, aunque siguió aportando su excelso talento, jerarquía, experiencia, compromiso y trabajo, por el bien del grupo. Allí coincidiría con un jugador, que haría historia luego como técnico, el italiano Marcelo Lippi. Ya con 38 años a sus espaldas, se retiraría del fútbol en 1973.
Con la selección española jugaría el Mundial de 1962, en el que se eliminarían en primera fase, al estar encuadrados en el grupo de la muerte, con la Brasil de Pelé, Garrincha, Djalma Santos, Didí, Vavá y Zagallo, y la Checoslovaquia de Masopust. La Eurocopa de 1964, en la que serían campeones tras derrotar a la URSS de Yashin. Y el Mundial de 1966, en el que tendrían muy mala actuación, eliminándose en primera fase, en un grupo formado por la RFA (Alemania Federal), Argentina y Suiza. Luego no volvería a jugar con España ningún torneo internacional, porque no se clasificarían durante muchísimos años. Luis Suárez perteneció a dos generaciones distintas, que eran dos auténticos equipazos, capaces de ganar a cualquiera. La compuesta por los nacionalizados Kubala, Puskas, Di Stéfano y Santamaría, mas jugadores nacionales como Collar, Gento, Peiró, Del Sol y Segarra. Y la siguiente, ya con jugadores nacionales y con un equipo casi distinto, con jugadores de la talla de Iribar, Chus Pereda, Olivella, Zoco, Amancio, Gento, Lapetra, Marcelino, Del Sol y Pirri.
Luisito Suárez, Luis Suárez o el arquitecto, como lo llamaba Di Stéfano, es uno de los mejores jugadores de la historia del Inter de Milán, de España y de la historia del fútbol. Aunque en España han hecho todo lo posible por olvidarle y es que no soportan que alguien triunfe fuera de España. Me parece muy lamentable que Luis Suárez, no sea considerado uno de los mejores jugadores de la historia de España, pero este país es así. Igual también tiene que ver que Luisito sea una persona de lo mas normal, lejos del carácter endiosado de las estrellas y eso en España jamás ha gustado, ya que los prefieren narcisistas y prepotentes, en lugar de humildes. Así nos va.
Luisito Suárez tiene habilidades organizativas, un campo de visión más amplio, fuertes habilidades para pasar y lavar, y un pequeño rango de habilidad para driblar y surcar. La toma es de primera y muy adaptable. Creo que tiene un potencial ilimitado y puede crear más milagros.
ResponderEliminar