Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores, de la historia del Bayern Munich y de Alemania. El gran Karl-Heinz Rummenigge.
La Luftwaffe fueron las fuerzas aéreas de la Wehrmacht, que era el ejército de la Alemania Nazi. El jefe de la Luftwaffe era Herman Göring. Pues bien, los aviones de la Luftwaffe causaron el caos en muchas ciudades de Europa. Ciudades como Rotterdam o Londres quedaron destrozadas, después de los bombardeos de los aviones nazis. Cuando sonaban las alarmas, la gente se resguardaba aterrorizada en cualquier sitio que encontrara, o como en Londres, en las estaciones de metro. Aunque bien, la Luftwaffe también perdería batallas, como contra los ingleses en la famosa "Batalla de Inglaterra", en donde los "Spitfire" destrozaron numerosos cazas nazis.
Pues bien, como la Luftwaffe triunfó, dominó en Europa y luego cayó, a Rummenigge le pasó lo mismo. Vayamos con su historia.
Karl-Heinz Rummenigge fue un futbolista alemán, de los años 70 y 80. Jugaba como delantero, actuando como extremo izquierdo o segundo punta. Jugaba con total libertad, moviéndose por todo el frente de ataque. Tenía una enorme velocidad y una espectacular potencia. Con un físico privilegiado, cuando iniciaba la carrera con su zancada, iba sorteando rivales que no podían pararle por la gran fuerza que tenía. A parte tenía un talento sobrenatural para jugar al fútbol, regateando a cualquier rival que se le pusiera por delante, de forma sencilla y sin florituras, pero con una clase abrumadora, capaz de esconder el balón donde no pudiera cogerlo el contrario, para en cuestión de milésimas de segundo, iniciar el cambio de ritmo, dejando tirado al rival. Era diestro, pero manejaba con mucha soltura la pierna izquierda. Poseía un fortísimo disparo lejano con ambas piernas, que unido a su precisión de cirujano, ejecutaba el latigazo sin pensarlo, haciendo imposible la parada del portero. Tenía un guante en su pierna derecha, realizando centros medidos desde la banda. Debido a esta cualidad, era el lanzador de los saques de esquina. Cuando se adentraba en el área, era un peligro constante, ya sea desde segunda línea o incrustándose entre la defensa rival, para tirar de fuerza y talento a la vez, marcando muchos goles de cabeza o de remates acrobáticos, que le hacían ser un excelso goleador. Además se asociaba de maravilla con sus compañeros, realizando numerosas asistencias. Y no olvidemos la seriedad, profesionalidad y capacidad de liderazgo que le llevaron a ser capitán. Una fuerza de la naturaleza que dominó el fútbol en su época.
Pues bien, como la Luftwaffe triunfó, dominó en Europa y luego cayó, a Rummenigge le pasó lo mismo. Vayamos con su historia.
Karl-Heinz Rummenigge fue un futbolista alemán, de los años 70 y 80. Jugaba como delantero, actuando como extremo izquierdo o segundo punta. Jugaba con total libertad, moviéndose por todo el frente de ataque. Tenía una enorme velocidad y una espectacular potencia. Con un físico privilegiado, cuando iniciaba la carrera con su zancada, iba sorteando rivales que no podían pararle por la gran fuerza que tenía. A parte tenía un talento sobrenatural para jugar al fútbol, regateando a cualquier rival que se le pusiera por delante, de forma sencilla y sin florituras, pero con una clase abrumadora, capaz de esconder el balón donde no pudiera cogerlo el contrario, para en cuestión de milésimas de segundo, iniciar el cambio de ritmo, dejando tirado al rival. Era diestro, pero manejaba con mucha soltura la pierna izquierda. Poseía un fortísimo disparo lejano con ambas piernas, que unido a su precisión de cirujano, ejecutaba el latigazo sin pensarlo, haciendo imposible la parada del portero. Tenía un guante en su pierna derecha, realizando centros medidos desde la banda. Debido a esta cualidad, era el lanzador de los saques de esquina. Cuando se adentraba en el área, era un peligro constante, ya sea desde segunda línea o incrustándose entre la defensa rival, para tirar de fuerza y talento a la vez, marcando muchos goles de cabeza o de remates acrobáticos, que le hacían ser un excelso goleador. Además se asociaba de maravilla con sus compañeros, realizando numerosas asistencias. Y no olvidemos la seriedad, profesionalidad y capacidad de liderazgo que le llevaron a ser capitán. Una fuerza de la naturaleza que dominó el fútbol en su época.
Empezó su carrera en 1974, en el Bayern Munich. Con el conjunto bávaro jugaría diez temporadas, viviendo los mejores años de su carrera, en la que llegaría a convertirse en mito de la entidad muniquesa. Desde el inicio se haría un hueco como titular, viéndose que sería no sólo estrella del Bayern Munich, sino estrella mundial. Jugando con Beckenbauer, Müller, Maier y Hoeness, ganaría la Copa de Europa de 1975, en la que derrotaría en la final al Leeds de Bremner y la Copa de Europa de 1976, batiendo en la final al Saint-Etienne de Rocheteau. Tras la marcha de las grandes estrellas dichas anteriormente, pero con la llegada de un viejo rockero como Paul Breitner, se formaría un Bayern competitivo otra vez, que iba a estar entre los mejores equipos del continente. Con jugadores como Augenthaler, Dieter Hoeness (hermano de Uli), mas Breitner y Rummenigge, ganarían la Bundesliga de 1980 y 1981 y la Pokal (Copa de Alemania) de 1982 y 1984. En la Copa de Europa de 1981 llegaría hasta las semifinales, cayendo ante el Liverpool. Y en la Copa de Europa de 1982 llegaría a la final, saliendo derrotado ante el sorprendente Aston Villa. En la Recopa de Europa de 1983, eliminó en octavos de final al Tottenham, pero cayó en cuartos, ante el sorprendente Aberdeen de Alex Ferguson, que sería el ganador del torneo. Y en la Copa de la Uefa de 1984, el Tottenham se tomaría su venganza, eliminando a los bávaros en octavos de final.
Pero todo cambió en 1984, cuando Rummenigge aceptó una oferta millonaria, que ni "Kalle", ni el Bayern pudieron rechazar, fichando el capitán bávaro por el Inter de Milán. Y digo todo cambió porque jamás se volvería a ver al Rummenigge del Bayern, por culpa de las lesiones, que lastraron todo su potencial, su velocidad y físico, apartándole del olimpo de los mejores jugadores del planeta. Jugaría tres temporadas en el conjunto neroazzurro muy buenas, pero no al nivel que acostumbraba. Seguía siendo una estrella, era el mejor jugador de su equipo y uno de los mejores del calcio, pero ya no era uno de los mejores del mundo. En la Serie A solo optaría a Europa. En la Copa de la Uefa de 1984 llegaría a semifinales, donde caería ante el Real Madrid, tras haber eliminado al Colonia y al Hamburgo. En la de 1985 repetiría actuación, cayendo ante el mismo rival. Y en la de 1986 se eliminaría en cuartos de final, a manos del Goteborg.
En el conjunto interista, jugaría al lado de futbolistas de la talla de Zenga, Guiseppe Baresi, Bergomi, Brady, Tardelli, Altobelli y Passarella.
Muy mermado físicamente por las lesiones, que le hicieron perderse muchos partidos en su tercera campaña, salió del equipo y decidió irse a una liga mucho menos competitiva, como era la suiza, para fichar por el Servette en 1987. Allí sin los marcajes férreos del calcio y sin el rigor competitivo de las mejores ligas, se salió, siendo la gran estrella de la liga helvética y recuperando el olfato goleador que había perdido en Italia. Jugaría dos temporadas buenísimas en Ginebra y se retiró del fútbol en 1989, a la edad de 34 años.
Con la selección de la RFA (República Federal Alemana o Alemania Occidental) jugaría el Mundial de 1978, pero los teutones realizarían un Mundial muy flojo, eliminándose en la segunda fase de grupos. La Eurocopa de 1980, en donde la "National Mannschaft" sería campeona, tras derrotar en la final a Bélgica. Rummenigge fue el mejor jugador del torneo.
También jugaría el Mundial de 1982, en donde los germanos quedarían segundos, tras caer en la final contra Italia. La Eurocopa de 1984, en donde harían el ridículo, eliminándose en primera fase. Y su último torneo sería el Mundial de 1986, en el que serían segundos, tras perder en la final contra Argentina. Dicho torneo lo empezaría como suplente, pero enseguida se alzaría con la titularidad.
En la "National Mannschaft" jugaría con jugadores de la talla de Maier, Vogts, Schumacher, Kaltz, Breigel, Augenthaler, Matthäus, Brehme, Hansi Müller, Schuster, Breitner, Völler, Litbarski, Magath y Hrubesch. Casi nada al aparato.
Karl-Heinz Rummenigge fue un jugador extraordinario, de los mejores jugadores del mundo, que por culpa de las lesiones, no pudo agrandar su leyenda. De todas formas es un mito del Bayern Munich y de Alemania y uno de los mejores jugadores europeos de la historia del fútbol. Llegaría a ganar el Balón de Oro de 1980 (por delante de Schuster y Platini) y el de 1981 (por delante de Breitner y Schuster). Jugadorazo con mayúsculas.
También jugaría el Mundial de 1982, en donde los germanos quedarían segundos, tras caer en la final contra Italia. La Eurocopa de 1984, en donde harían el ridículo, eliminándose en primera fase. Y su último torneo sería el Mundial de 1986, en el que serían segundos, tras perder en la final contra Argentina. Dicho torneo lo empezaría como suplente, pero enseguida se alzaría con la titularidad.
En la "National Mannschaft" jugaría con jugadores de la talla de Maier, Vogts, Schumacher, Kaltz, Breigel, Augenthaler, Matthäus, Brehme, Hansi Müller, Schuster, Breitner, Völler, Litbarski, Magath y Hrubesch. Casi nada al aparato.
Karl-Heinz Rummenigge fue un jugador extraordinario, de los mejores jugadores del mundo, que por culpa de las lesiones, no pudo agrandar su leyenda. De todas formas es un mito del Bayern Munich y de Alemania y uno de los mejores jugadores europeos de la historia del fútbol. Llegaría a ganar el Balón de Oro de 1980 (por delante de Schuster y Platini) y el de 1981 (por delante de Breitner y Schuster). Jugadorazo con mayúsculas.
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