miércoles, 7 de marzo de 2018

KENNY DALGLISH, LEYENDA A LA CHITA CALLANDO




Les voy a hablar de uno de los mejores jugadores de la historia del Liverpool y de Escocia, Kenny Dalglish.

Kenny Dalglish fue un futbolista escocés de los años 70 y 80. Jugaba como delantero, actuando como segundo punta. Era un jugador bastante lento, pero no importaba en absoluto, ya que ese era su único defecto. No era el jugador mas talentoso del mundo, pero tenía el talento justo, para ser dañino con los rivales. Pese a ser bajito (1,73 m de estatura) y delgaducho, era muy fuerte y luchaba todos los balones, tanto por bajo como por alto, saliendo ganador casi siempre, amén de proteger de maravilla el balón. No tenía ningún reparo en luchar y robar balones, tanto en el área como en el centro del campo. Tenía buena visión de juego y se asociaba de maravilla con sus compañeros. Era diestro, pero manejaba muy bien la pierna izquierda. Tenía un disparo, que sin ser potente, si que era perfecto, ya que iba con una colocación milimétrica, ejecutado con ambas piernas. Y por supuesto tenía gol. Después de haber citado todas sus cualidades, tengo que decir que su mayor virtud era la inteligencia táctica, ya que siempre estaba bien posicionado en el campo, moviéndose de maravilla por todo el frente de ataque y eligiendo siempre la mejor opción, de manera sencilla, pero efectiva. Un jugador que no enamoraba con su juego, pero que siempre jugaba bien. Un jugadorazo. 

El capricho del destino fue que Dalglish hiciera una prueba en 1966, nada mas y nada menos que en el Liverpool. Era un chaval de 15 años, así que aunque el mítico técnico escocés Bill Shankly hubiera aceptado, a su padre no le hacía ninguna gracia que su hijo abandonara su Glasgow de alma. La conclusión fue que se unió a las filas del Celtic. Empezaría su carrera profesional en 1969. En el equipo católico de Glasgow, jugaría ocho temporadas en las que pasaría de ser una promesa, a convertirse en la gran estrella de su país y uno de los mejores jugadores de Europa. La gran estrella de los católicos era Jimmy Johnstone, en un magnífico equipo entrenado por Jock Stein, que ya había sido campeón de Europa en 1967, al derrotar en la final al Inter de Milán y que hacía un fútbol maravilloso. Así que el chaval se tuvo que acomodar a ese equipo y vaya que si lo hizo, ya que en dos años era titular indiscutible en la delantera. No sólo se hizo con el puesto de titular, sino que desbancaría a los años, como gran estrella a Jonhstone. Con su juego y sus goles ayudaría al Celtic, a ganar la Liga de Escocia de 1972, 1973, 1974 y 1977, la Copa de Escocia de 1972, 1974, 1975 y 1977 y la Copa de la Liga de 1975. Y en Europa alcanzaría las semifinales de la Copa de Europa de 1974, en las que perdería frente al Atlético de Madrid, con la famosa batalla debida a las criminales entradas, de los futbolistas del Atlético de Madrid.


Tras convertirse en una estrella del fútbol europeo, ficharía por el Liverpool en 1977, como sustituto del mítico Kevin Keegan, que se había marchado al Hamburgo. Pues no se notó su marcha en absoluto, es mas, se puede decir que hasta le superó en la historia del Liverpool. En la ciudad de Los Beatles jugaría ocho temporadas como futbolista y otras cinco como jugador-entrenador. Formaría parte de la mas exitosa etapa del Liverpool en toda su historia, con Bob Paisley como entrenador. Ese equipo contaba con jugadores de la talla de Clemence, Heighway, Kennedy, Souness, Lee, McDermott, Neal, Hansen y Thompson, al que se incorporaría poco después Whelan. Venía de ganar la Copa de Europa la temporada anterior. Su primer entorchado fue la Supercopa de Europa de 1977, en la que derrotaría al Hamburgo de Keegan, Magath, Kaltz y Hrubesch. Y a partir de ahí sería un no parar. Revalidaría el título de Copa de Europa, al derrotar al Brujas en 1978, precisamente con un bonito gol de Dalglish. En la temporada siguiente ganaría la First Division de 1979, pero sería eliminado en primera fase de la Copa de Europa, por el Nottingham Forest, entrenado por Brian Clough, que a la postre sería campeón de Europa. En la campaña siguiente repetiría actuación, ya que ganaría la First Division de 1980, pero se eliminaría en primera ronda de la Copa de Europa, por el Dinamo Tbilisi (Tiflis en español).

En la campaña siguiente se marcharía Heighway, pero ficharían a Ian Rush y Grobbelaar, que le quitaría el puesto al mítico Clemence, que a posteriori también dejaría el club. Con estos refuerzos volverían las mieles del éxito europeo, formando una gran pareja Rush y el propio Dalglish. Ganarían la Copa de Europa en 1981, al derrotar en la final al Real Madrid. También conseguiría la Copa de la Liga del mismo año. En la temporada siguiente conseguirían la First Division de 1982 y la Copa de la Liga del mismo año. Se marcharía McDermott, pero seguirían arrasando al revalidar el doblete en 1983, de First Division y Copa de la Liga. En la temporada siguiente se produciría un cambio significativo, ya que dejaría el banquillo de los reds, Bob Paisley y nombraría como manager a su ayudante Joe Fagan, como hizo años antes Bill Shankly al nombrar como manager a su ayudante Bob Paisley. Pues bien, con Fagan siguió la senda de triunfos, debido a que no cambiaba absolutamente nada, misma ideología y misma forma de jugar. Es mas, se estrenaría a lo grande consiguiendo el triplete en 1984, al ganar Copa de la Liga, First Division y la Copa de Europa, al derrotar a la Roma, desde la tanda de penaltis. Pero en la temporada siguiente, ya sin Souness que se había marchado a Italia, vendría la desgracia, ya que pese a llegar a la final de Copa de Europa de 1985, que perderían frente a la Juventus, serían sancionados con varios años fuera de cualquier competición europea. No solo el Liverpool, sino cualquier club inglés, tras los hechos que ocurrieron en Heysel (Bruselas), el estadio donde se jugaba dicha final, en la que murieron aplastadas 39 personas, por culpa de la violencia ultra. Esta tragedia y la posterior descalificación de todos los ingleses, hartaron a Fagan, que abandonó el club, tras solo dos años como primer entrenador. Ocuparía su puesto Kenny Dalglish, que ejercería como jugador-entrenador en 1985. Ya sin competiciones europeas, conseguirían la First Division y la ansiada FA Cup en 1986, que llevaban muchos años sin ganarla. A partir de la temporada 87-88, Dalglish dejaría de jugar, centrándose solo en entrenar, hasta que en 1990 se retiraría definitivamente como futbolista, a la edad de 41 años, para seguir siendo el entrenador del Liverpool, una temporada mas, porque en 1991 se marcharía al Blackburn Rovers.


Con la selección escocesa jugaría el Mundial de 1974, en el que se eliminarían en la fase de grupos, al estar encuadrados con Yugoslavia, Brasil y Zaire. El Mundial de 1978, en el que se eliminarían en primera fase, al estar en el mismo grupo que Perú, Países Bajos e Irán. Y su último torneo sería el Mundial de 1982, en el que volverían a caer en primera fase, al compartir grupo con Brasil, Unión Soviética y Nueva Zelanda.
Las estrellas escocesas en 1974 eran Bremner, Johnstone, Law y el propio Dalglish. Las de 1978 eran Souness, Gemmill y el propio Dalglish. Y las de 1982 eran Souness, Strachan, Archibald y el propio Dalglish. Cuesta entender como Escocia, con estas grandes plantillas siempre caía en primera fase.


Kenny Dalglish fue un magnífico futbolista, que es probablemente la mayor leyenda del Liverpool de toda su historia y el mejor jugador de la historia de Escocia, junto a Law. Llegó a quedar segundo en el Balón de Oro de 1983, tras Platini. Un jugadorazo, que sin ser un virtuoso, todo lo hacía fácil, sencillo y sin complicarse, pero de forma perfecta. Se suele decir que la perfección no existe, pues Dalglish se acercaba a ella.  

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