Les voy a hablar de uno de los jugadores mas talentosos y polémicos, que haya dado Francia. El genial y arrogante, Eric Cantona.
Cantona fue un futbolista francés, de los años 80 y 90. Jugaba como delantero, actuando como segundo punta. Tenía un talento extraordinario para jugar al fútbol. Destilaba clase en cada partido. Jugaba andando siempre, pero no importaba que fuera lento, ya que en cada jugada, sabías que sería capaz de inventar algo. Tenía magia en sus botas. Aguantaba a la perfección el balón, siendo imposible quitárselo. Era capaz de regatear a varios con un ligero movimiento de balón, ya que llevaba la pelota cosida al pie. Y hacía unos controles con el pecho o con los pies, dejando la pelota totalmente muerta. Pero no sólo de clase vivía "The King", sino que poseía una extraordinaria visión de juego, con la que daba maravillosas asistencias. Y a todo esto añadía una decena de goles por temporada. Pese a ser lento y corpulento, era muy flexible, siendo capaz de realizar controles o remates imposibles, dignos de las artes marciales.
Una maravilla de jugador destinado a marcar una época en el fútbol mundial, pero que tenía un grandísimo fallo, su inaguantable carácter. Narcisista, arrogante, estúpido, con un humor un poco curioso cuanto menos, endiosado, irresponsable, hipócrita, indisciplinado, mal compañero, perdía los papeles en cuestión de segundos, chulo, prepotente...vamos, una joya. Todo esto le hizo no ser una de las grandes leyendas de Francia, aunque si conseguiría ser una leyenda en el Manchester United.
Empezaría a jugar en su país, en el Auxerre en 1983, con tan sólo 17 años de edad. Debido a lo joven que era, en dos temporadas y media no se haría un hueco en el equipo, marchándose cedido en enero de 1986 al Martigues, de Ligue 2. Allí jugaría hasta final de temporada, volviendo al Auxerre en junio de 1986. Ya con 20 años se haría un fijo en el equipo entrenado por Guy Roux. Jugaría dos temporadas, en las que a parte de demostrar su gran valía como futbolista, empezaría a hacer de las suyas. Un puñetazo a un compañero y una patada criminal a un rival. Aquí tenéis la patada de artes marciales.
El Marsella lo ficharía en 1988, pensando que eran chiquilladas de un niñato inmaduro, pero que desaparecerían allí. En el Olympique jugaría unos meses y tras jugar un amistoso, se le ocurrió la feliz idea de tirar el balón a la grada, cuando fue sustituido. Esto mas los insultos en la televisión, al seleccionador francés, Henri Michel, hizo que el Marsella se diese cuenta de su equivocación al ficharlo y lo cedió hasta final de temporada al Girondins de Burdeos. Tras jugar unos meses en el conjunto bordelés, volvería a ser cedido, esta vez al Montpellier en 1989. Allí jugaría una temporada a buen nivel, ganando la Copa de Francia de 1990. Aunque volvería a hacer de las suyas, tirándole las botas a la cara a un compañero. El Marsella se atrevería a recuperarlo en 1990. En el conjunto marsellés jugaría una temporada, en la que ganaría la Ligue 1 en 1991. Era un equipo con jugadores de la talla de Amoros, Boli, Abedí Pelé, Stojkovic, Tigana, Waddle, Papin y el propio Cantona. También llegaría a la final de la Copa de Europa de 1991, pero caerían ante el Estrella Roja de Belodedici, Mihajlovic, Jugovic, Prosinecki, Savicevic, Stosic y Pancev. Pero seguía siendo un bicho malo, así que hartos de él, lo traspasaron al Nimes en 1991. Allí siguió liándola parda, lanzándole el balón al árbitro. Sería sancionado, pero como Cantona no se callaba, dijo que los del comité de árbitros eran idiotas. Esto le supondría tres meses de sanción.
Tras la sanción, Cantona anunció su retirada del fútbol en diciembre de 1991, ya que no entendían sus actos de indisciplina, su falta de respeto a todo el mundo y sus mamarrachadas. Pronto le convencerían de que recapacitara y volviera al fútbol. Los que le convencerían serían Platini, seleccionador francés, que estaba enamorado de su fútbol y su ayudante Gerard Houllier y profesor de inglés. Pero le dirían que debía dejar Francia y marchar a Inglaterra. Dicho y hecho. Tras varias pruebas por varios equipos, ficharía por el Leeds en febrero de 1992. Allí jugaría un año, en el que no tendría demasiado protagonismo, sacando su talento a cuenta gotas, siendo el tercer delantero del equipo, ya que su entrenador Wilkinson no contaba en demasía con él. Aún así, cuando jugaba demostraba su talento. Ayudaría al equipo a conquistar la First Division de 1992. Un día llegó el momento de gloria para él. El entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, preguntó cuanto costaba Denis Irwin. El Leeds y el United llegaron a un acuerdo, para llevarse al lateral irlandés a Old Trafford. Lo curioso es que en el pack, Wilkinson metió a Cantona, ya que que quería quitárselo de encima, debido a que no se llevaban bien.
Así que el polémico Cantona, fichaba por el Manchester United en noviembre de 1992. Nadie creía en Cantona. Parecía un jugador destinado a estrellarse en el United, por todas las decepciones que acarreaba en su carrera, pero curiosamente no fue así y en uno de los equipos históricos del fútbol europeo, es en donde triunfó y se vio al mejor Cantona.
En los Red Devils jugaría cinco temporadas, las mejores de su vida. Sería un fijo en el equipo mancuniano desde el inicio, jugando a su aire y con total libertad. Por fin era feliz. Dirigidos por Ferguson y con jugadores de la talla de Schmeichel, Ince, Kanchelskis, Mark Hughes, un jovencísimo Giggs y el propio Cantona, ganarían la Premier League de 1993. La temporada siguiente ficharían a otra hermanita de la caridad, que era mucho peor que Cantona, el irlandés Roy Keane. Conseguirían el doblete, al ganar la Premier League de 1994 y la FA Cup del mismo año. En la siguiente temporada llegaría un jugador que sería importantísimo en los mancunianos, el delantero centro Andy Cole. Pero también ocurriría un hecho deleznable, que convertiría a Cantona en conocido en todo el mundo. En un partido contra el Crystal Palace, el 25 de enero de 1995, el arbitró expulsaría a Cantona (algo muy habitual en él) y cuando "The King" se marchaba para el túnel de vestuarios, escuchó a un aficionado (que ya tenía antecedentes de violencia en las gradas) decirle, "Vuélvete a Francia con tu puta madre, bastardo". La reacción de Cantona fue sorprendente y escalofriante, pillando por sorpresa a todo el mundo. Corrió hacia el aficionado e hizo una patada de kung fu. Las consecuencias de esa patada fueron una sanción de nueve meses suspendido sin jugar, sanción económica,trabajos a la comunidad y la exclusión de la selección francesa para siempre. Curiosamente Alex Ferguson no despidió al astro francés, sino que lo arropó y le dijo que era indispensable en su proyecto. El United perdería la Premier League, a manos del sorprendente Blackburn Rovers, de Allan Shearer. Cantona volvería a jugar en la temporada siguiente.
En la temporada 1995-1996, ya se habían marchado Ince, Hughes y Kanchelskis, dando entrada a unos chavales de los reservas, como los hermanos Neville, Beckham, Scholes y Butt, que se convertirían en el grupo fuerte de los diablos rojos. Volverían a alzarse con la Premier League de 1996 y la FA Cup del mismo año. En la siguiente campaña se reforzarían con Solksjaer, Johnsen y Poborsky, que venía de hacer una Eurocopa sensacional con la República Checa, pero se pegaría el estacazo padre en Manchester, jugando muy poco. Volverían a conseguir el título de la Premiership (es otra forma de llamar a la Premier League) en 1997. Tras este título, Cantona volvió a sorprender a todo el mundo, anunciando su retirada del fútbol, con tan sólo 31 años de edad y siendo toda una estrella del fútbol. Y es que a Cantona siempre le gustó dar la nota y haciéndolo tan pronto, se iba a hablar de él, si o si.
Con la selección francesa jugaría la Eurocopa de 1992, en la que les bleus haría el ridículo junto a Inglaterra, eliminándose en primera fase, en las que se clasificarían Suecia y la que sería la sorprendente campeona, Dinamarca. Ese sería su único torneo con los galos, ya que no se clasificarían para el Mundial de 1994, debido a que perderían el partido decisivo del grupo frente a Bulgaria.
Después de dejar el fútbol se dedicaría al fútbol playa, jugando con la selección francesa varios campeonatos de Europa y del Mundo. Y cuando dejó de jugar, se dedicó a entrenar a "Les Bleus". Después de dejar este deporte, se dedicaría a la interpretación, siendo actor de cine y de anuncios. Eso es perfecto para él, ya que siempre daba la nota en el césped y además hizo varios anuncios de Nike.
En los Red Devils jugaría cinco temporadas, las mejores de su vida. Sería un fijo en el equipo mancuniano desde el inicio, jugando a su aire y con total libertad. Por fin era feliz. Dirigidos por Ferguson y con jugadores de la talla de Schmeichel, Ince, Kanchelskis, Mark Hughes, un jovencísimo Giggs y el propio Cantona, ganarían la Premier League de 1993. La temporada siguiente ficharían a otra hermanita de la caridad, que era mucho peor que Cantona, el irlandés Roy Keane. Conseguirían el doblete, al ganar la Premier League de 1994 y la FA Cup del mismo año. En la siguiente temporada llegaría un jugador que sería importantísimo en los mancunianos, el delantero centro Andy Cole. Pero también ocurriría un hecho deleznable, que convertiría a Cantona en conocido en todo el mundo. En un partido contra el Crystal Palace, el 25 de enero de 1995, el arbitró expulsaría a Cantona (algo muy habitual en él) y cuando "The King" se marchaba para el túnel de vestuarios, escuchó a un aficionado (que ya tenía antecedentes de violencia en las gradas) decirle, "Vuélvete a Francia con tu puta madre, bastardo". La reacción de Cantona fue sorprendente y escalofriante, pillando por sorpresa a todo el mundo. Corrió hacia el aficionado e hizo una patada de kung fu. Las consecuencias de esa patada fueron una sanción de nueve meses suspendido sin jugar, sanción económica,trabajos a la comunidad y la exclusión de la selección francesa para siempre. Curiosamente Alex Ferguson no despidió al astro francés, sino que lo arropó y le dijo que era indispensable en su proyecto. El United perdería la Premier League, a manos del sorprendente Blackburn Rovers, de Allan Shearer. Cantona volvería a jugar en la temporada siguiente.
En la temporada 1995-1996, ya se habían marchado Ince, Hughes y Kanchelskis, dando entrada a unos chavales de los reservas, como los hermanos Neville, Beckham, Scholes y Butt, que se convertirían en el grupo fuerte de los diablos rojos. Volverían a alzarse con la Premier League de 1996 y la FA Cup del mismo año. En la siguiente campaña se reforzarían con Solksjaer, Johnsen y Poborsky, que venía de hacer una Eurocopa sensacional con la República Checa, pero se pegaría el estacazo padre en Manchester, jugando muy poco. Volverían a conseguir el título de la Premiership (es otra forma de llamar a la Premier League) en 1997. Tras este título, Cantona volvió a sorprender a todo el mundo, anunciando su retirada del fútbol, con tan sólo 31 años de edad y siendo toda una estrella del fútbol. Y es que a Cantona siempre le gustó dar la nota y haciéndolo tan pronto, se iba a hablar de él, si o si.
Con la selección francesa jugaría la Eurocopa de 1992, en la que les bleus haría el ridículo junto a Inglaterra, eliminándose en primera fase, en las que se clasificarían Suecia y la que sería la sorprendente campeona, Dinamarca. Ese sería su único torneo con los galos, ya que no se clasificarían para el Mundial de 1994, debido a que perderían el partido decisivo del grupo frente a Bulgaria.
Después de dejar el fútbol se dedicaría al fútbol playa, jugando con la selección francesa varios campeonatos de Europa y del Mundo. Y cuando dejó de jugar, se dedicó a entrenar a "Les Bleus". Después de dejar este deporte, se dedicaría a la interpretación, siendo actor de cine y de anuncios. Eso es perfecto para él, ya que siempre daba la nota en el césped y además hizo varios anuncios de Nike.
Todos los anuncios de Cantona
Aquí como actor de cine. Tiene muchas películas, como la que trata de él mismo "Buscando a Eric". Esta última película es "Elizabeth", que trata de la Reina Isabel I de Inglaterra, que interpreta la británica Cate Blanchett y salen también los actores franceses Vincent Cassel y el propio Cantona.
Cantona genio y figura. Un jugador que podía haber sido de los mejores de la historia de Francia, pero su inaguantable carácter no le dejó, aún así se convirtió en una leyenda del Manchester United. Seguramente también en el jugador mas mediático de los años 90, al convertirse en un jugador mas famoso por su patada y por sus anuncios de Nike, que por su fútbol. Es triste que así sea, pero así es el fútbol moderno y es que lo que tanto odiamos hoy en día, hubo gente muchos años antes, que inició este camino y Cantona, claro está, es uno de los símbolos del marketing y de la polémica, que son los ingredientes principales para que te consideren un Dios. Independientemente de todo esto, fue un grandísimo jugador, pero no exageremos, no es uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Bueno, tampoco lo es de Francia, ya que hay bastante gente delante de él, como Zidane, Platini, Henry, Kopa, Desailly, Thuram... Cantona estaría en un segundo escalón, con gente como Papin, por ejemplo.
Está claro que se le recuerda mucho más por su mal carácter que por su fútbol, que no era malo, pero quedó eclipsado por su actitud.
ResponderEliminarEso sí, en mi infancia eramos muchos chavales los que, antes de chutar a portería, nos levantábamos el cuello de la camiseta y decíamos "au revoire", jaja
Marcó tendencia su cuello levanrando. Era habitual ver a muchos chavales con el cuello de esa manera.
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