FERNANDO MORIENTES, EL CRACK EN LA SOMBRA

Les voy a hablar de uno de los mejores delanteros de la historia de España, Fernando Morientes.

Morientes fue un futbolista español, de los años 90 y la primera década de este siglo. Jugaba como delantero, pudiendo actuar de delantero centro o de segundo punta. Es uno de los mejores rematadores españoles de todos los tiempos. Balón que pasaba por su cabeza, balón que acababa dentro de la red. Pero no sólo vivía de la cabeza, sino que con los pies era un rematador nato, con un instinto asesino y una inteligencia superior, que le hacía anticiparse a sus rivales y empujar cualquier balón que le diesen sus compañeros. Y no solo era uno de los mejores rematadores de Europa, sino que también se fabricaba sus propios goles. Tenía un gran talento en sus botas, protegiendo el balón a la perfección y repartiendo asistencias a los compañeros, tanto con los pies como con la cabeza. Precisamente con su grandísimo talento y visión de juego, podía alternar la posición de "9", con la de "10", sin ningún problema, aunque era mucho mas decisivo como ariete. Un jugador extraordinario, que tuvo que convivir con otros maravillosos delanteros de su época. 

Morientes nació en Cáceres, pero de muy pequeño se trasladó a Sonseca (Toledo), así que se le puede considerar tranquilamente manchego, además su acento así lo atestigua. Empezó jugando en el Albacete en 1993. Debutaría con tan solo 17 años, pero solo jugaría dos partidos. Al año siguiente jugaría mucho mas, pero como suplente. El Zaragoza lo ficharía sin ningún miramiento en 1995, porque el Albacete les eliminaría en cuartos de final de la Copa del Rey, con un gol del propio Morientes. En el conjunto maño empezaría a destacar, convirtiéndose en uno de los mejores delanteros de España, al meter 13 y 15 goles, en las dos temporadas en las que jugó. En el conjunto blanquillo, le tocaría jugar en la etapa mala, la posterior al equipo que conquistó la Recopa. Pero le sirvió como trampolín al estrellato, ya que lo ficharía el Real Madrid en 1997. 

En el conjunto merengue jugaría la mayor parte de su carrera. En su primer año ganaría la Liga de Campeones de 1998, derrotando en la final a la Juventus. Viviría a la sombra de Mijatovic y Suker, en su primera temporada, pero aportando muchos goles desde el banquillo. Al año siguiente todo cambiaría, mandando al banquillo al croata y metiendo la cifra de 19 goles. Había nacido una estrella. Ganaría la Liga de 2001 y 2003. Pero sobre todo ganaría la Liga de Campeones del 2000, en la que derrotaría en la final al Valencia. Y la Liga de Campeones de 2003, derrotando en la final al Bayer Leverkusen. Tras ser uno de los mejores jugadores de su equipo, con temporadas maravillosas en el apartado goleador, el fichaje de Ronaldo lo condenaría al banquillo. En el Conjunto blanco jugaría al lado de Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Hierro, Sanchís, Seedorf, Redondo, Raúl, Mijatovic, Suker, Guti, Savio, Karembeu, McManaman, Karanka, Casillas, Salgado, Iván Helguera, Iván Campo, Anelka, Figo, Makelele, Flavio Conceiçao, Solari, Zidane, Pavón y Munitis.

Tras quedarse sin sitio en el Real Madrid, se marcharía cedido al Mónaco en 2003. En el conjunto del Principado jugaría una temporada excepcional, tanto a nivel individual como colectivo. Quedaría en tercera posición en Ligue 1, pero sobre todo llegaría a la final de la Liga de Campeones de 2004, en la que perdería frente al Oporto, entrenado por Jose Mourinho y con jugadores de la talla de Deco, Maniche, Carvalho, Costinha, Derlei, Vitor Baía y compañía. El "Moro" sería una de las grandes estrellas, en un conjunto entrenado por Deschamps y comandado por jugadores como Giuly, Evra, Squillaci y Rothen. Tras volver al nivel estelar de antaño, volvería al Real Madrid en 2004. En el conjunto merengue jugaría hasta diciembre. Pero al seguir chupando banquillo, se marcharía traspasado al Liverpool en enero de 2005. En el conjunto red entrenado por Rafa Benítez, ganaría la FA Cup de 2005. En la ciudad de los Beatles jugaría una temporada y media a gran nivel, al lado de jugadores como Dudek, Carragher, Hyypia, Riise, Gerrard, Xabi Alonso, Hamann, Luis García, Baros, Kewell, Josemi, Reina y Crouch. Desgraciadamente no pudo ganar la Champions League de 2005, porque fue inscrito por el Real Madrid y la UEFA no admite que un jugador participe, con dos equipos diferentes en la misma temporada.

Se marcharía de Liverpool porque se había quedado sin sitio, tras los fichajes de Kuyt y Bellamy. Volvería a España, para fichar por el Valencia en 2006. En la ciudad del Turia jugaría tres temporadas, en las que iría de más a menos. Tras una buena primera temporada al lado de Villa, las dos siguientes las pasaría en el banquillo, perdiendo la confianza de los entrenadores. Se marcharía del conjunto ché, ganando la Copa del Rey de 2008. Volvería a Francia, donde tan buen rendimiento dio, pero esta vez ficharía por el Marsella en 2009. Pero al no jugar prácticamente nada, se retiraría del fútbol en 2010, a la edad de 34 años.

Con la selección española jugaría el Mundial de 1998, en el que harían el ridículo al eliminarse en primera fase, en un grupo en el que estaban Nigeria, Paraguay y Bulgaria. El Mundial de 2002, en el que llegarían a cuartos de final, cayendo ante Corea del Sur, tras el robo del árbitro egipcio. Y su último torneo sería la Eurocopa de 2004, en la que se eliminarían en primera fase, tras estar encuadrada con Portugal, Rusia y la sorprendente y milagrosa Grecia, que sería la campeona.

Morientes, una gran estrella que convivió con otros grandes delanteros. Eso le hizo no ser reconocido como tal y es muy injusto, porque estamos hablando de uno de los mejores delanteros españoles de los últimos 20 años. Toda una leyenda, no reconocida como tal. Jugador infravaloradísimo.