Les voy a hablar de uno de los mejores futbolistas de la historia de Suecia y uno de los grandes mitos de la Fiorentina. El genial Kurt Hamrin.

Kurt Hamrin fue un futbolista sueco de los años 50 y 60. Jugaba como extremo derecho. Tenía una velocidad endiablada, como si de un rayo se tratara. Pero no sólo vivía de la rapidez, sino que era muy habilidoso con el balón en los pies, regateando de forma sencilla, pero muy efectiva, a cualquier rival que se le pusiera por delante. Y pese a ser un extremo, no jugaba pegado a la cal siempre, sino que era muy incisivo y continuamente trazaba diagonales a portería para buscar el gol o directamente se incrustaba por el centro, para aparecer por sorpresa y a toda velocidad, creando muchísimo peligro y marcando muchos goles de esta manera. Era diestro, pero manejaba bien la pierna izquierda. No era un buen centrador, así que daba pases rasos, asociándose de maravilla con sus compañeros. Un fenomenal futbolista que no enamoraba con su juego, pero que era pura fiabilidad y practicidad. Un futbolista maravilloso.

¿Y porque en el título de este artículo he puesto Electrolux? Me van a permitir que asocie a este futbolista, con una de las marcas de electrodomésticos mas famosas del mundo. Y es que si la compañía de electrodomésticos sueca, que es de lo mejorcito que hay en el mundo y que además es una de las grandes multinacionales del sector, que absorbió a marcas tan importantes como AEG, Zanussi o la española Corberó, es sinónimo de fiabilidad y perfección, lo es también Hamrin, que aúna estas cualidades, mas la de la rapidez de la electricidad.

Hamrin empezó su carrera en 1952, en el AIK Solna, de su país. El fútbol sueco era un deporte amateur, es decir, que no tenían nomina y tenían que tener un trabajo adicional, que le diera el sustento necesario para sobrevivir. En el barrio de Solna, de la capital sueca Estocolmo, jugaría tres temporadas, llamando la atención de la Juventus, que le haría una oferta en 1956, que Hamrin no pudo rechazar, ya que esto significaba no sólo jugar en uno de los mejores equipos del continente, sino dejar atrás el amateurismo, para ser oficialmente profesional. Sin embargo en la "Vecchia Signora" no triunfó, en una "squadra" donde la gran estrella era Boniperti. Así que fue cedido al Padova en 1957, donde rayó a un gran nivel, destapándose como el goleador que sería luego, con la cifra de 20 goles. 

Esto le sirvió para fichar por la Fiorentina en 1958.  En Florencia echaría raíces, jugando durante nueve temporadas, practicando el mejor fútbol de su carrera. En el conjunto viola jugaría con futbolistas de la talla de Albertosi y Sarti, que curiosamente rivalizaban en la portería. Con los florentinos ganaría la Coppa de 1961 y 1966. Pero sobre todo se alzaría con la Recopa de Europa de 1961, al derrotar en la final al Rangers. Tras darlo todo por la "squadra" viola y convertirse en mito en Florencia, se marchó al Milan en 1967, para ganar mas títulos. 




Con los rossoneri jugaría dos temporadas muy provechosas. Con jugadores de la talla de Cudicini, SchnellingerRivera y Trapattoni, unidos a la magistral dirección desde los banquillos de Nereo Rocco, ganarían el Scudetto de 1968, mas la Recopa de Europa del mismo año, al derrotar en la final al Hamburgo. Y el escalafón mas grande en su carrera, vendría con la consecución de la Copa de Europa de 1969, al derrotar en la final al Ajax. Ya veterano, dejó el Milan y fichó por el Nápoles en 1969, en donde jugaría dos temporadas, para finalmente volver a Suecia, en donde ficharía por el IFK de Estocolmo, en 1971, en el que jugaría una temporada, para retirarse del fútbol en 1972, a la edad de 36 años. 


Con la selección jugaría el Mundial de 1958, en el que Suecia ya había levantado la prohibición de jugadores no amateurs. Y es que dicho Mundial se jugaba en casa y el combinado sueco tenía que llevar a los mejores futbolistas. Con jugadores de la talla de SkoglundLiedholm, Gren y el propio Hamrin, quedarían segundos, tras caer en la final contra Brasil. Los suecos practicaban un fútbol sensacional. 


Kurt Hamrin un futbolista sensacional, que triunfó en el férreo calcio y que es todo un mito del fútbol italiano y sobre todo de la Fiorentina. Es mas, una vez retirado del fútbol, se quedó a vivir en Florencia para el resto de su vida. Hamrin un sueco que se italianizó.

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