Con esta cara de darle igual lo que le dijeran, jugó y vivió este jugador búlgaro, llamado Iordan Letchkov. Se trata de uno de los mejores jugadores de la historia de su país. Perteneció a la mejor generación dorada de Bulgaria, la que consiguió el cuarto puesto en el mundial de Estados Unidos  de 1994. Era un centrocampista, que podía jugar de mediocentro organizador o enlace. Tenía una clase espectacular con el balón en los pies, pero nunca se complicaba con el balón, jugaba fácil y leía muy bien el juego, manejando a su antojo el tempo del partido y dando unas maravillosas asistencias. Vamos, una maravilla de jugador, pero con un inaguantable carácter, y una indisciplina que le dio y sigue dando quebraderos de cabeza.

Letchkov nació en Sliven (Bulgaria), ciudad clave en la vida del genial jugador, como veremos mas adelante.

Jugó en el equipo de su ciudad desde 1984 hasta 1991. De allí pasó al mejor y club mas histórico de Bulgaria, el CSKA Sofia. Allí solo duraría un año, dada su enorme clase. En 1992 fichó por el Hamburgo (de la Bundesliga alemana). En el equipo hanseático disfrutaría de sus mejores años como futbolista (entre medias, jugó el mundial del 94,en el que hablaré mas adelante). Allí jugó hasta 1996, año en que lo fichó el Olympique de Marsella

En el equipo marsellés solo duró un año, por problemas con el cuerpo técnico. Se fue a Turquía, al Besiktas de Estambul en 1997, donde tuvo los mismos problemas que en Marsella, pero en esta ocasión con el entrenador galés, John Toshack. Estaba claro que los caracteres inaguantables y dictatoriales de Letchkov y Toshack no podían acabar bien. Así que Letchkov decidió romper el contrato, lo que le valió una sanción de la Fifa de 3 años sin poder jugar al fútbol, lo que hizo que se perdiera el mundial de Francia de 1998.

En 2001 regresó a su país, al CSKA de Sofia otra vez, y solo un año estuvo, como en su anterior época. En 2002 fichó por el equipo de su ciudad, el Sliven, jugando 2 años y retirándose en el 2004.

MUNDIAL ESTADOS UNIDOS 94

Letchkov jugó ese mundial y logró el cuarto puesto, eliminando a selecciones del nivel de Francia (en la fase de clasificación previa al mundial), México y Alemania. Maravilló a todo el mundo, haciendo el mejor fútbol o uno de los mejores del torneo. Y ese equipo lo formaban, Stoichkov (de sobra conocido), Balakov (genial mediapunta, muy habilidoso en el regate y rapidísimo), Kostadinov (buen extremo, pero sobrevalorado) e Ivanov (decente central). Pues a mi me maravilló el jugador calvo Letchkov, con ese aspecto tan normal, que no parecía un futbolista. Pues el jugador calvo, daba lecciones con su fútbol de orquesta. Lo que yo no conocía (dada mi edad, 11 años por aquel entonces), era su insoportable carácter, que si no llega a ser por eso, estaríamos hablando de uno de los mejores jugadores de la década de los 90.

Letchkov, ya retirado se centró en la alcaldía de su ciudad, de la que fue elegido alcalde, todavía mientras estaba en activo como futbolista. Pero le duró poco su aventura como alcalde. En 2010, después de haber manejado todo a su antojo en su ciudad, de ser nombrado vicepresidente de la federación búlgara de fútbol, y de ser propietario de una cadena de hoteles de lujo, en 2013, fue metido en prisión debido a toda la corrupción que había creado. A día de hoy, todavía sigue en prisión.

Vamos a quedarnos con el Letchkov futbolista, un jugador delicioso cada vez que tenía el balón en su pies, porque está claro que el Letchkov personaje deja mucho que desear.






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